NELSON RODRÍGUEZ/Tomado de Diario Libre
Cuando
en julio de 2015 la Gallup otorgó un 17% a Abinader, su gente la
descalificó, sin advertir que el candidato no había prendido, en el seno
de las amplias masas, por la ausencia de un discurso que conectara con
las expectativas de la gente, y porque no tenía tras de sí una
estructura y militancia que lo respaldara. Hoy que la Penn le da un 27%,
pretende seguir en línea recta, y peor aún: agotar todos los cartuchos,
aunque con ello se asista al ocaso de una estrella que brilló por poco
tiempo en el firmamento político dominicano.