Tomado de Diario Libre/Foto archivo
El
presidente aceptó en principio asistir al almuerzo de la Asociación de
Industrias, pero no puso fecha. Se habló con Campos y con Circe, pero
nada más.
Todo sujeto a una conversación más profunda y con detalles.
Sin
embargo, empezaron a circular las invitaciones, y a hacerse
publicaciones en los periódicos, y la reacción no se dejó esperar. El
Administrativo llamó, y más atrás fue la carta dejando sin efecto el
encuentro.
¿Suspensión,
aplazamiento, o simplemente no va? No se cree que el impasse fuera tan
grave, pues no hubo disgusto de ninguna de las partes, aunque sí las
consabidas excusas.
Ahora
llegó la convocatoria del CONEP, y se confía en un manejo más prudente,
pues si la gente del Palacio o los responsables de la campaña están tan
sensibles, conviene confiarse a su criterio.
No sea que pase lo mismo que con AIRD, Huchi y ANJE.
La
de los empresarios, conocidos estos antecedentes, de seguro será
tratada en la sala de guerra, o buró de estrategia, que se reúne todos
los lunes en la tarde.
A
cruzar los dedos, pues. El candidato no quiere imposición de agenda,
pero tampoco que comprometan su tiempo sin previo acuerdo.
