Candidatos congresuales y municipales deberían de asimilar experiencia de Ambiorix y Miel para ganar las próximas elecciones.
Por Mayobanex De Jesús Laurens
Por Mayobanex De Jesús Laurens
Se avecinaba el próximo certamen electoral para escoger las autoridades estudiantiles. Previo a las elecciones, los grupos que incidían en la academia de estudios superiores estatal manejaban muchos recursos, presentando espectáculos vistosos para deleite de los votantes universitarios.
Las organizaciones estudiantiles de mayor tradición se peleaban el primer lugar en las preferencias de los estudiantes y se vanagloriaban de decir que eran mayoría, con lo cual pretendían asegurar un triunfo contundente el día de las elecciones.
Feflas, UASD, Felabel, VED, entre otros muchos más, mantenían una verdadera batalla campal, en pro de ganar las elecciones, con cuadros dirigenciales muy conocidos y la tradición del nombre de sus organizaciones.
Hubo un movimiento estudiantil relativamente nuevo, que ya venía trabajando día, tarde y noche sin descanso, con poca matrícula de afiliados, pero verdaderos trabajadores políticos, que buscaban ayudar a los estudiantes con sus problemas de matriculación, de aulas y profesorales, además de promover cursos y charlas de capacitación. Se llamaba “Miel”, dirigido por un joven estudiante llamado Ambiorix Rosario.
Ese grupo era como las hormigas, trabajando sin descanso, sin recursos, pero con una vocación de servicio admirable, sin perder nunca de vista el contacto con los estudiantes, para socorrerles en lo que pudieran.
Las elecciones se acercaban, la bulla era cada vez más incesante, muchas fiestas majestuosas de los grupos tradicionales, con muchas vallas, murales, afiches y todo tipo de publicidad para impresionar, que los hacían parecer invencibles.
Por fin llegó el día de las elecciones y vino la sorpresa para el asombro…ganó el “Miel”, triunfó Ambiorix Rosario y su equipo.
La historia que les cuento tiene ya varias décadas.
Sí, los mismos que se veían como la cenicienta, que hicieron poco ruido, pero que nunca perdieron el contacto con los estudiantes y se mantuvieron siempre colaborando con ellos para resolverles sus problemas.
Es la clase de políticos que la gente quiere…
La bulla y el apabullamiento propagandístico genera percepción y ayuda mucho para posicionarse, pero lo que realmente da votos es el trabajo de base diario, de contacto permanente, de vocación de servicio, de contribuir con lo que se pueda en todo momento, no simplemente por el breve espacio de las elecciones.
Aprendamos del Miel y Ambiorix…Así se gana elecciones.