martes, 15 de marzo de 2016

ORLANDO DICE...Habilidades para interpretar sueños... y las encuestas

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Orlando Gil/Tomado de Listin Diario
LOS INTÉRPRETES.- Los dominicanos fueron en una época intérpretes de sueños, y los juegos no eran tanto de azar, pues tenían la certeza de una larga siesta o una dormida de toda la noche. Los dominicanos mantienen esas habilidades, solo que referidas a las encuestas, y hacen verdaderos prodigios al revés y al derecho, en particular cuando las mediciones son ajenas. 


La Gallup se dejó provocar del PLD en su anterior entrega, y dio unas explicaciones que ahora serán más necesarias, ya que los expertos ponen en duda lo bueno y lo malo. Antes Danilo Medina bajó y Luis Abinader subió, y en los resultados ofrecidos el lunes, todo lo contrario. El gobierno no tiene nada que objetar en la ocasión, puesto que por alguna razón sus números se corresponden con la famosa firma. 61,9% a 31,2% y 64.0% a 31,9%. Lo cual por igual llena sus expectativas, pues Danilo Medina aspira a un 62% como tope. Le faltaría por tanto uno que otro punto, y ese punto lo busca debajo de las piedras, según dice y repite a cada momento. Incluso eso es lo que no saben sus oponentes. La nueva encuesta Gallup la sacaron debajo de las piedras, como cuando los ríos se secan y los muchachos pescan jaibas con las manos…

LAS CAMPAÑAS.- Los dominicanos fueron buenos interpretando sueños, y ahora encuestas, pero no igual cuando se trata de las campañas de sus oponentes. Por ejemplo, muchos se preguntan por qué Danilo Medina dedica tantos días a la semana a recorrer ciudades, barrios y campos, si a su propio decir, tiene una ventaja tan grande. En su cálculo no le bastaría ganar, sino convencer de su triunfo. Si se propone como meta 62%, y solo se siente bien sobre el 60%, su ánimo se explica por sí solo y su situación se corresponde con su esfuerzo. Lo suyo es crecer, y no dispersarse. De ahí que se cuide de las emboscadas propias de estos tiempos: Los desafíos a debate de sus adversarios los considera bravuconadas de aspirantes a pistoleros en la cantina del viejo oeste. Y por igual las invitaciones de entidades de la sociedad civil, que quieren lucírselas a su costa. Los estrategas se sienten en un control de la campaña, y el presidente candidato se acoge a sus rigores, sin que por el momento tenga quejas. A falta del equipo grande de Joao Santana y su esposa Mónica, entra a campo el juego chiquito, e igual de efectivo…

LAS ESCARAMUZAS.- Los números son los números, y los números de Gallup son los números de Gallup, y lo que molesta es que Danilo Medina deje de caer y Luis Abinader de levantarse. La inteligencia política obligaría a un tomar y dejar, y entre el dejar estaría el fracaso de una línea de oposición que en su momento puso en aprieto el oficialismo, pero que no fue contundente, y le fue posible salirse de debajo de la patana. ¿Quién recuerda las cadenas humanas frente al edificio de OISOE, aquí y en Santiago? Nadie, o por lo menos la protesta cesó, y cesó porque su rentabilidad política fue escasa. Las demás improvisaciones por igual. En cambio, la campaña oficial tiene sus ejes, y la carreta marcha en una sola dirección, o por movimiento natural o empuje.

No hay dudas de que la Gallup, así y todo lo controvertida que sea, afecta la campaña de Luis Abinader, pues la apuesta era a subir, pero sobre todo a que bajara Danilo Medina. La apuesta era de doble vuelta, y estando por encima del 60%, esa posibilidad se aleja y la primera ronda se impone como realidad y no solo como percepción…

LOS TEMAS.- Se estuvo hablando de las situaciones que no se habían medido, y se confiaba que ese resultado sería catastrófico para la campaña oficial. Por ejemplo, Joao Santana. Se pensó que ese limón daría mucho agrio, y al correr de los días se comprueba que ni siquiera para una limonada. Igual se consideró que la venida de Rudy Giuliani y sus procedimientos contra la delincuencia posicionarían a Luis Abinader en un tema de gran interés: La seguridad ciudadana. Sin embargo, el ex alcalde de Nueva York se consumió en su propia salsa, y se duda que consiga contrato y trabajo en República Dominicana. Si lo que necesitaba era una estrella neuyorquina, pudo haber traído a Romeo Santos, el de la bachata, y la sensación hubiera sido mayor. La muchachada lo hubiera seguido a todas partes. Y no hay que olvidar la comparecencia ante la reunión conjunta de las cámaras legislativas el pasado 27 de febrero. Con lapicitos a colores pintó pajaritos en el aire, y lo que fue más importante, la población parece que los vio volar…