Tomado de Infobae.com
Milena
Santos visitó a Alessandro Teixeira en su despacho ministerial. Allí
posaron para las cámaras y las imágenes recorrieron el mundo. Las fotos
subidas de tono y el papelón internacional de Brasil
Milena
Santos en el despacho oficial de Alessandro Teixeira, flamante ministro
de Turismo de Brasil. Las fotos causaron indignación en el público
brasileño.
Milena Santos en el despacho oficial de Alessandro Teixeira, flamante
ministro de Turismo de Brasil. Las fotos causaron indignación en el
público brasileño.
En plena crisis gubernamental y cuando las calles se llenan de
indignación con cada medida de ajuste y cada hecho de corrupción que
sale a la luz y que involucra a la administración de Dilma Rousseff, no
resultaría una buena idea. Y en efecto, no lo fue teniendo en cuenta la
indignación que provocó en la ciudadanía brasileña.
Es
que la idea que tuvo el ministro de Turismo Alessandro Teixeira de
mostrarse a los besos con su esposa Milena Santos fue por lo menos
inoportuna. A los enamorados puede vérselos felices por estar en pareja y
lo demuestran nada menos que en el despacho oficial del funcionario de
Rousseff.
La
bellísima Santos -ex Miss Bumbum- muestra un escote pronunciadísimo en
el que deja ver su imponente delantera, mientras que al ministro se lo
nota contento con la visita. Las fotografías fueron difundidas por la
agencia de modelaje de la morocha y pronto se viralizaron, provocando un
escándalo en el seno del gobierno brasileño y la ira de los usuarios de
redes sociales.
"Al
lado de un gran hombre existe siempre una linda y poderosa mujer", fue
el texto con que Milena acompañó las imágenes. Teixeira es un hombre
ocupado. Representante del Partido de los Trabajadores (PT), está en
pleno proceso de puesta a punto de Brasil por la llegada de los Juegos
Olímpicos 2016. Pero eso no es todo: el representante de la agrupación
preocupada por los derechos laborales estrenó su cargo el pasado
viernes. Muy pronto para comenzar con los escandaletes.
Santos había publicado las fotografías el lunes último, pero dado los reprochos y cuesitonamientos que recibieron ambos, decidió bajarlas. En una de las leyendas, la extrovertida modelo se declaraba sin más "primera dama" de Brasil, en un aparente desconocimiento de la crisis política que atraviesa el gobierno de su marido.
Milena ya se había tomado fotografías en Brasilia ante el Congreso de Brasil.