Tomado de Diario Libre
A
pesar de las amenazas, de los falsos conflictos, de las “enemistades”
momentáneas y de ocasión, la realidad es que hay vida después de las
elecciones, pero que las cosas cambiarán para muchos dependiendo del
resultado.
La
misma noche, a menos que el resultado sea muy disputado, se sabrá quién
ganó, independientemente del pataleo que nunca ha servido para nada
excepto para demostrar una hombría de cartón.
Pero
el triunfo y la derrota, particularmente, la forma del triunfo o la
derrota, tendrán consecuencias de orden práctico que pueden ser
importantes.
Si
gana el PLD, con números abrumadores, Danilo se impondrá
definitivamente y será cuestión de tiempo que sea elegido presidente del
partido, pero si no gana con los números que esperan, rodarán cabezas y
el panorama podría resultar distinto de caras al 2020.
Si
gana Luis Abinader sería la muerte política de mucha gente, comenzando
por Miguel Vargas Maldonado y la rehabilitación de muchos otros. Si
pierde dignamente, es decir con un porcentaje de votos aceptable, podrá
resistir la embestida post electoral. Si pierde mucho a poco, puede
perder hasta el partido que ahora recibirá mucho dinero y será motivo de
muchas ambiciones.
Es
posible que las elecciones produzcan un nuevo actor en Guillermo
Moreno, fruto del desencanto con la clase política tradicional. Si
Moreno accede a los fondos de la JCE se podría convertir en un actor
importante de cara al 20.
Seguiremos con las consecuencias del 15 de mayo.
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