Orlando Gil/Tomado de Listin Diario
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ENEMIGOS,
AMIGOS.- Los enemigos políticos de Luis Abinader lo quisieran paciente,
prudente, entregado, resignado ante lo que los franceses llaman “ fait
accompli ”.
El hecho consumado. Entienden que el ex candidato del PRM
está muy salido de madre, y que esa rebeldía no le cuadra y finalmente
podría hacerle daño, políticamente hablando. Pero no solo sus enemigos
políticos. Otros observadores o interesados en la actual situación
piensan de igual manera. Y la verdad es que Abinader no parece el
Abinader de siempre. Se le nota agitado, acelerado, como si sobreactuara
y no correspondiera a la calma que exige la escena. ¿Qué sentido tiene
ser guapo después que termina la pelea? Y lo mismo: ¿De qué sirve
mantenerse encima del cuadrilátero luego de sonar la campana y los
jueces dar ganador al contrario? Los empresarios, por ejemplo, fueron a
pasarle la mano, y no puede decirse que fuera un gesto hipócrita, pues
desde sus inicios lo vieron como uno suyo, y en ocasiones levantaron
tarima para que cantara más alto. El mismo Abinader se siente
empresario, e incluso es posible que su desempeño público se iniciara en
las diferentes entidades en que agrupan los hombres de negocio del
país. Una especie de pasantía...
¿DESDE
AHORA?.- Luis Abinader dio unas declaraciones que sonaron raras en su
boca, pero más por la oportunidad. Dijo que el presidente Danilo Medina
quiere mayoría o control del Congreso Nacional para modificar de nuevo
la Constitución y reelegirse en el 2020. De que Medina quiere mayoría,
la quiere ¿ pero para reelegirse ? No se explica, y menos se entiende,
que se hable del 2020 si todavía las juntas municipales no terminan de
contar los votos del 2016. ¿Cómo en medio de tantos alegatos Abinader
tiene cabeza para pensar en ese propósito o posibilidad? El presidente y
candidato ganador podrá ser precavido, pero no tanto. La apreciación no
deja de ser extraordinaria, todo un fenómeno, y el hecho de ser cierto,
todavía más. Esto es, iniciar desde ahora la campaña del 2020, y como
será igual que la que acaba pasar, reeleccionista, Medina será
candidato, y Abinader también. Sería la revancha en pie en la mente de
un promotor de boxeo que guste de gran cartel...
¿REELECCI”N?.-
Desde el principio pensé que ese 62% daba para muchas cosas, pero nunca
para otra reelección. Danilo Medina parece tener la misma suerte de
Joaquín Balaguer, a quien sus oponentes, en ejercicio de perversidad
política, creían descubrirle la seña y se les adelantaban anunciando su
propósito, a todas luces malsano, de procurar un nuevo mandato. Ahora
habrá que dedicarse a buscar indicios, y puede ser preguntándole, como
se hizo con Hipólito Mejía, u observando su comportamiento, o el de sus
más cercanos colaboradores. Por ejemplo, si José Ramón Peralta sigue
haciendo encuestas. Se sabe que el presidente Medina reinicio las
visitas sorpresa, que está inaugurando lo que no pudo en campaña y que
en una valla colocada no sé donde se habla del 2020. Los necios y los
desaprensivos andan de la mano, y están de lado y lado. Esto es, que no
se trata de un movimiento de distracción, algo lógico y necesario en la
presente circunstancia, pues lo que menos conviene a Luis Abinader en
estos momentos es que se caiga su entramado de lucha...
DEL
OTRO LADO.- La verdad que el 2020 está en la cabeza de mucha gente, y
no solo en la de Luis Abinader, al denunciar el propósito de su oponente
y presidente de hacerse con mayoría en el Congreso Nacional. Los
seguidores de Leonel Fernández andan en lo mismo. Lo dicen y lo
escriben. La maldad se mantiene dentro del PLD, y los compañeros que
responden al Palacio Nacional la manifiestan de muchas maneras. En las
pasadas elecciones, por ejemplo. Se denuncia lo de Roberto Salcedo en la
capital, pero también lo de Kenia Mejía en el Seibo. De manera que
Danilo Medina debe prepararse, pues tendrá oposición afuera, que sería
lo más natural, pero igual adentro. La tea de la discordia no se apagó
durante la campaña, la rivalidad se mantuvo viva, y parece que se agotó
la cuota de disimulo. Ya se verá al paso de los días, cuando todas las
cuentas estén claras, como el peledeísta que pierda acusará al compañero
tal o cual de su derrota. Escríbanlo, júrenlo. Igual debe estarse
atento al seguro nuevo gabinete, si solo se toma en cuenta la condición
de peledeísta o se discierne y discrimina. Si habrá sombrero para los
cabezas mochas...