Reconstrucción del Balneario “San Rafael”.
Por Félix Betances
La
reconstrucción del recién destruido Balneario “San Rafael” a causa de
las lluvias caídas en el mes de mayo en todo el país, es una necesidad y
un compromiso que tienen que asumir las instituciones oficiales,
aprovechando la situación del momento.
Sin embargo, es bueno ver algunas consideraciones al respecto:
En
primer lugar, no es lo más recomendable iniciar esos trabajos en lo que
queda del presente mes de junio, en razón de que es uno de los meses
más lluviosos que tiene el año y que en las condiciones en que ha
quedado el cauce de dicho Río, podría presentarse otra situación
lluviosa y volver a arrasar lo que se pueda hacer; es decir, a nuestro
juicio, que debería esperarse que transcurra lo que queda del mes.
Mientras
tanto, sí debe acondicionarse algunos espacios de contenido, una
especie de (charcos), donde los visitantes puedan aprovechar el baño.
En
segundo lugar, disponerse a reconstruir los espacios con las mismas
condiciones que allí existían, es no más que una tozudez y hasta cierto
punto, una irresponsabilidad de las autoridades correspondientes,
llámese: Turismo, Obras Públicas, Alcaldía de Paraíso, Clúster y todos
quienes tengan que ver con el caso.
La
obra que allí se realice, deberá cumplir con los requerimientos de
calidad, estética y actualización, conforme a las exigencias de los
nuevos tiempos (Higiene, (baños) organización y orden), que garanticen
un buen servicio a los usuarios; tal y como lo plantea el Lic. Mayobanex
de Jesús Laurens, en su escrito a través de su medio Digital.
De
no tomar en cuenta los puntos de vista externados por varios munícipes,
estarían construyendo la misma situación de caos, basura y atraso que
se tenía anteriormente. Es probable que la Naturaleza haya manifestado
su interés de que se haga allí, lo que merece un lugar de renombre
mundial como lo es el “Balneario San Rafael”.
“San
Rafael”, pasando por Paraíso, como dijo el Poeta, merece ser construido
a la altura de las exigencias, para que cuando sea visitado por quienes
lo hacen tanto de dentro como de fuera del País, no se lleven la
desagradable impresión de haber estado en uno de los lugares más
desagradables, a pesar de tener tanto renombre. No se trata de comer
langostas y llevar fundas de cemento y comida; entiéndase así.
¿Qué van a hacer entonces?.