Barahona.- Dos jóvenes buscados por el Dicrim, de la Policía Nacional,
por su presunta vinculación con el asesinato de otro en la comunidad de
La Ciénaga, fueron entregados por una comisión encabezada por el
secretario general de la filial del Colegio Dominicano de Periodistas
(CDP), el Subdirector de la UASD Centro Barahona.
Anyelo
–El Gordo- Ramírez Jiménez, de 27 años y Gabriel Figueroa Jiménez, de
37, fueron entregados en la sede de la Dirección Regional Sur de la
Policía Nacional, al fiscal Jorgelin Montero Batista y al coronel
Arismendy Antonio Laureano Tejada, Subdirector del Dicrim.
La
entrega voluntaria de los dos jóvenes la hicieron el secretario general
de la filial Barahona del CDP, Benny Rodríguez, el subdirector de la
UASD Centro Barahona, Manuel Antonio de la Cruz Fernández, el pastor
evangélico, presidente de la junta de vecinos de los Solares de Milton,
Evangelista D´ Oleo, el abogado y periodista Paúl Meguis José, así como
familiares y amigos de éstos.
Según
las informaciones ambos jóvenes son buscados por la policía para
investigarlos con relación a la muerte de Jeyson Polanco, de 22 años
(Rocoloco), ocurrida el pasado mes de junio frente a la parada de
transporte de la comunidad de La Ciénaga, cuando éste venía, acompañado
de Carmen Luisa Peña, de 19 años, quien sufrió algunos rasguños al caer
al pavimento.
Rodríguez,
de la Cruz Fernández, Meguis José y el pastor D´ Oleo, solicitaron
tanto al fiscal como al coronel del Dicrim respetar la integridad, así
como los derechos de los dos jóvenes entregados, quienes decidieron
ponerse a disposición de las autoridades de manera voluntaria.
Montero
Batista, representante del Ministerio Público, así como el coronel
Laureano Tejada, garantizaron el respeto de los derechos de los dos
jóvenes entregados por la referida comisión encabezada por el secretario
general de la filial del Colegio Dominicano de Periodistas (CDP).
Sin
embargo, Advirtieron que los mismos serán interrogados con relación a
su presunta vinculación en la muerte de Polanco, asesinado por
desconocidos que se desplazaban en un motor con sus rostros protegidos
por cascos protectores.
El
padre del joven fue quien puso la querella en contra de éstos a los que
acusa como los responsables de la muerte de su pariente y, según la
denuncia de sus familiares, la policía habría dicho que ambos andaban
fuertemente armados.