¿Y cuál es el problema?
Por Victor Mateo
Ha
sido un hito en la historia política dominicana, que por vez primera
una pareja de hermanos encabece dos de los tres poderes del Estado, como
son el Poder Ejecutivo y el Legislativo, Danilo Medina y Lucía Medina,
respectivamente.
Sin
embargo, no es nuevo que familiares ocupen posiciones distintas en un
mismo Gobierno de turno, cuestión que ha sucedido en múltiples ocasiones
a través de los años.
El
talento, así como la “salvación” de la que tanto nos hablan quienes
creen en Dios, es personal, popularmente dicen. Entonces, cabe
preguntarse, ¿cuál es el problema, si no fue el Presidente quien la
nombró, sino fruto de acuerdos y negociaciones colectivas? ¿Acaso no fue
Lucía quien ocupó la vicepresidencia de la Cámara de Diputados diez
años consecutivos? ¿Para una cosa si, para otra no?
Dejémonos
de hipocresía, si el presidente Danilo Medina hubiese influenciado lo
habría hecho para maniobrar a su favor en un futuro cercano, y no fue
así. Inclusive, a quien se dice ser el Presidente de la Cámara de
Diputados para el 2020, es una persona muy ligada al ex presidente de la
República y presidente del Partido de la Liberación Dominicana (PLD),
doctor Leonel Fernández.
Además, cada quien tiene derechos civiles y políticos que lo hacen legitimar sus aspiracion
es. Es cierto que en política la prudencia juega un rol primordial, pero no se debe llegar a lo ridículo. Hay ocasiones en las que un talento oculto es más saludable cuando sale a la luz pública que aquel ya conocido y que nada ha aportado.
En
fin, todo el que sienta el “llamado” de aportar a la sociedad, a su
pueblo, a su nación y al mundo, que lo haga cuando lo sienta. Cada
cabeza es un mundo, dice el pueblo. Nadie piensa en cabeza ajena. Eso
si, planifique bien sus sueños para que los ejecute con éxito.
El autor es docente y abogado. Reside en Barahona.