Los
sureños están tomando en serio la promesa presidencial de que la hora
de su redención ha sonado. Y los de Barahona ya se han alistado para ese
momento. Y sus expectativas están enfocadas en las potencialidades
turísticas y comerciales y en la nunca desestimada esperanza de que se
construya la presa de Monte Grande.
Los
líderes de otras provincias del Suroeste, a su vez, han comenzado a
reconcentrar a las personalidades e instituciones que siempre han dado
la cara por el desarrollo de sus pueblos para que, al igual como lo han
hecho los barahoneros, preparen también sus listados.
El
Consejo Provincial de Barahona, por ejemplo, ha decidido lanzarse a la
lucha para que el gobierno del presidente Danilo Medina le construya
obras de infraestructuras o de reconstrucción por valor de 3 mil
millones de pesos.
Y
sobresalen entre estas la del puerto turístico, industrial y comercial,
con el propósito de sentar las bases para el desarrollo del turismo, la
agroindustria y la extracción de minerales, tres fuentes formidables de
riquezas que todavía esperan por una explotación sistemática.
Naturalmente,
la mayor esperanza la ponen en la presa de Monte Grande que
garantizaría el agua de riego suficiente para asegurar la sostenibilidad
de sus variados recursos agrícolas y, también, para la energía
eléctrica en una región en la que el turismo apunta como gallina de los
huevos de oro.
Fuera
de las obras y de su importancia para el futuro, lo más relevante es
que los grupos sociales o representativos de Barahona se han unido en un
propósito: poner en claro sus reales prioridades, ejercer presión
ciudadana para que el Gobierno haga sonar fuerte esa “Hora del Sur” y no
andar desperdigados, cada cual con carpeta distinta de intereses, que
ha sido la gran debilidad de muchas sociedades sureñas.
En
la medida en que el ejemplo de Barahona surte un efecto de contagio
hacia otras provincias del Sur, como Peravia, Azua, San José de Ocoa y
San Juan de la Maguana, entre otras, mayor será el compromiso al que se
verá compelido el Gobierno para atender las necesidades de esta región,
la más desatendida del país.