Durante la Segunda Guerra Mundial, los
americanos crearon el Proyecto Manhattan para construir una bomba
atómica antes que los nazis. Hoy arrojaremos algo más de luz a los
entresijos de este proyecto.
El pasado 1 de septiembre se cumplió el 75º aniversario del inicio de la Segunda Guerra Mundial.
Durante dicha guerra que duró 6 años, hubo numerosos factores que
influyeron en la duración y finalización del conflicto, pero quizás uno
de los factores más determinantes fue el lanzamiento de dos bombas
atómicas por parte de los EEUU a las ciudades de Hiroshima y Nagasaki en
Japón el 6 y 9 de agosto de 1945, respectivamente. Esto, junto con la
entrada de la Unión Soviética en el frente japonés pocos días después
aceleró la rendición incondicional de Japón el 15 de agosto de 1945. Por
tanto, la pregunta que quedaría por responder sería: ¿de dónde surgieron estas bombas atómicas que utilizó EEUU?
Para contestar a esta pregunta nos debemos remontarnos al inicio de
la guerra. En esta época los científicos nucleares Leó Szilárd, Edward
Teller y Eugene Wigner, refugiados judíos provenientes de Hungría,
creían que la energía liberada por la fisión nuclear podía ser utilizada
para la producción de bombas por los alemanes, por lo que convencieron a
Albert Einstein para advertir al presidente Roosevelt de este peligro por medio de una carta que Szilárd escribió y fue enviada el 2 de agosto de 1939.
En respuesta a la advertencia, Roosevelt incrementó las investigaciones
sobre las implicaciones en la seguridad nacional de la fisión nuclear.
Con una simple carta se inició el Proyecto Manhattan,
nombre en clave del proyecto nuclear de EEUU, y que emplearía 130000
empleados con un coste final de 2 billones de dólares (26 billones según
la inflación actual), y todo orientado a un objetivo: superar al
proyecto nuclear nazi (nombre en clave Proyecto Uranio) dirigido por Ernest Heisenberg mediante el desarrollo de una bomba atómica funcional,
la cual fue autorizada para ser creada por el presidente Roosevelt el 9
de octubre de 1941. Fíjese el lector de que la autorización para esta
bomba atómica fue antes de la propia entrada de los Estados Unidos en la
Segunda Guerra Mundial, que se produjo apenas dos meses después del
ataque en la base de Pearl Harbor por parte del imperio japonés
Divididos en numerosos laboratorios, destacando principalmente el laboratorio de Los Álamos y las instalaciones de Oak Ridge,
donde se encontraba la base de operaciones y el día a día del proyecto
era controlado, el Proyecto Manhattan tuvo numerosos problemas pese a
contar con Reino Unido y Canadá como aliados, especialmente el problema
del espionaje por parte de los soviéticos (los cuales eran sus propios
aliados en la guerra) y que espiaban para su propio programa de
desarrollo nuclear, la Operación Borodino. De hecho, durante la batalla final de Berlín los soviéticos tenían como objetivo La Casa de los Virus donde se estaban llevando a cabo las investigaciones del Proyecto Uranio.
Durante el Proyecto Manhattan, notables eminencias científicas como Robert Oppenheimer, Niels Böhr, Enrico Fermi, Ernest Lawrence o Albert Einstein,
estuvieron involucrados en mayor o menor medida en este esfuerzo
conjunto. Sin embargo, tanto la financiación como el control y la
seguridad estuvieron respectivamente a cargo del gobierno y el ejército
de los EEUU. De hecho, el control del programa estuvo bajo la
supervisión del general de tres estrellas Leslie Groves,
un hombre conocido por su belicidad y aversión por el pueblo japonés,
lo cual fue algo que influyó en la decisión de utilizar finalmente las
bombas atómicas.
Aunque el proceso a la hora de fabricar estas bombas da para muchas
páginas y muchos libros, intentaré resumirlo lo máximo posible y que se
entienda lo esencial: durante el Proyecto Manhattan hubo cuatro diseños
para bombas, denominados Fat Man, Little Boy, The Gadget y Thin Man. Thin Man fue en un principio el proyecto elegido para la construcción de la bomba atómica, basándose en el diseño gun-type,
la cual utilizaba un diseño muy simple en el que una "bala" hueca, con
una masa inferior a la necesaria para crear una reacción en cadena, es
disparada a un núcleo sólido con una masa que sí puede crear una
reacción. La bala alcanza y comprime el núcleo, se produce la fisión y
la bomba explota, por lo que para funcionar necesitaba una longitud
mucho mayor de las armas que vemos actualmente, llegando a más de 5
metros de longitud.
Sin embargo, había un problema, y es que Thin Man utilizaba plutonio
como combustible para detonar. El problema con esto es que los
científicos habían descubierto que los reactores en Hanford (Washington)
que producían el plutonio que se utilizaría no era tan puro como las
muestras que había en laboratorios, y contenía trazas de Plutonio 240,
un isótopo con un ratio de fisión espontánea muy rápido, con lo que el combustible detonaría antes de tiempo. Por tanto, el diseño Thin Man fue descartado y la atención se centró en el diseño Little Boy.
Little Boy contaba con el mismo tipo de diseño que Thin Man, con la diferencia de que utilizaba uranio en lugar de plutonio,
y el cual tiene un ratio de fisión espontánea más lento, por lo que no
detonaría antes de tiempo. Además, este diseño era mucho más simple, por
lo que no tendría que contar con tantos seguros y comprobaciones como
ocurría con Thin Man, por lo que la tasa de fabricación de estas bombas
atómicas sería más rápido, en caso de que fuera necesario utilizarlas.
Aparte, tanto los científicos como los altos mandos militares no
estaban dispuestos a descartar el plutonio como combustible para sus
armas. Ya había quedado demostrado que para las armas con diseño gun-type no eran adecuado. Pero aquí es dónde entra los otros dos diseños restantes, Fat Man y The Gadget,
los cuales utilizaban el mismo principio de implosión. El modelo de
implosión utiliza una esfera hueca que contiene un complejo entramado de
dispositivos y detonadores rodeando un núcleo que puede ser fisionado,
pero aún no cuenta con la masa supercrítica necesaria para hacerlo. Es
entonces cuando los explosivos son detonados de una determinada forma
que permite comprimir el núcleo a una densidad supercrítica, para que
ocurra la fisión y la bomba explote.
Este diseño de implosión, a pesar de ser más seguro que el otro
modelo de detonación y poder utilizar tanto uranio como plutonio como
combustible, fue creado por Seth Neddermeyer
(el cual sirvió de inspiración para el Dr. Winter en la serie
Manhattan) y era altamente complejo, por lo que era necesaria una prueba
antes de poder ser utilizado como arma. Esta prueba del diseño de
implosión se produjo en el desierto de Nuevo México, EEUU, el 16 de
julio de 1945 mediante la bomba Trinity, la cual detonó exitosamente y fue la primera bomba nuclear detonada en la historia de la humanidad. Ya era una realidad: EEUU contaba con armas nucleares funcionales y la cuestión era si acabaría utilizando este poder o no.
El resto de la historia es más o menos conocida por todos: el 6 de
agosto de 1945, aproximadamente a las 8:15 de la mañana, un B-29
modificado con el nombre Enola Gay soltó la bomba Little Boy basada en el diseño gun-type sobre la ciudad de Hiroshima mediante la autorización del presidente Truman, matando a 140000 personas inocentes.
Este tipo de bomba no fue probado antes de esta bomba como pasó con
Trinity, debido a que los científicos y militares a cargo del programa
conocían la efectividad de la misma, con un diseño extremadamente
simple. Una macabra anécdota de este hecho sería que, después de la
detonación sobre Hiroshima, Einstein comentaría debido al
arrepentimiendo de lo que había ayudado a crear: debería quemarme los dedos con los que escribí aquella primera carta a Roosevelt.
Tres días después, el 9 de agosto, en otro ejercicio de fuerza
innecesaria, los EEUU lanzaron desde otro B-29 la bomba Fat Man basada
en el diseño de implosión sobre la ciudad de Nagasaki. Fat Man iba dirigida a la ciudad de Kokura,
pero debido a los bombardeos estadounidenses con armamento
convencional, las nubes y el polvo impedían la buena visibilidad del
objetivo, yendo al objetivo secundario de Nagasaki. El lanzamiento
tampoco fue perfecto ya que falló su objetivo por casi 3 kilómetros lo
cual, unido a la orografía del terreno, causó un total de 40000 bajas y
25000 heridos, a pesar de que Fat Man era el doble de potente que Little
Boy.
La polémica sobre la utilización de estas bombas llega hasta nuestros
días. Personalmente, lo considero una muestra de poder innecesaria
destinada, más que a finalizar el conflicto, para demostrar el poder que
poseía EEUU para la Guerra Fría que se avecinaba. La serie de
televisión Manhattan retrata muy bien el ideal que
tenían estos científicos que crearon el arma más poderosa de la
humanidad, los cuales trabajaron para crear un arma tan poderosa que
ningún hombre cuerdo se planteara jamás utilizar. Por desgracia, ellos
no eran los responsables de la decisión final, y quizás hubiera habido
otro final para este cruento conflicto de haber sido así.