jueves, 8 de septiembre de 2016

DAN DE QUÉ HABLAR! ¡Y esa teoría!

Tomado de El Caribe
La política es para los políticos. Es un oficio que, como todos, requiere preparación y entrega de lo mejor. Por lo tanto es un argumento superfluo el que exponen ciertos sectores que quieren organismos sin miembros políticos. Una cosa es elegir juez a un ciudadano con nexos irrefutables a un partido. Eso no debe ser. Pero nadie es apolítico. Esgrimir esa teoría es adentrarse en el camino de uno de los grandes sofismas de la historia. Las decisiones de la vida, incluidas las del hogar, tienen corte político. Jesucristo fue un político, estaba apegado a un ideal. Exijan personas probas, honestas, de esas que hay sin tener que usar la linterna de Diógenes.