Park
Geun-Hye está implicada en el sonado caso de la "Rasputina coreana".
Cientos de miles de surcoreanos piden en Seúl la dimisión de la
presidenta
Atahualpa Amerise | EFE Seúl/Tomado de Listin Diario
Centenares
de miles de surcoreanos ocuparon ayer las calles del centro de Seúl por
quinto sábado consecutivo para pedir la dimisión de su presidenta, Park
Geun-hye, implicada en el sonado caso de corrupción de la "Rasputina
coreana".
Según
los organizadores, la cifra pudo superar el millón de personas -la
policía no ha ofrecido estimaciones- que se manifestaron en una amplia
zona de los céntricos distritos de Jung y Jongno con la simbólica
avenida de Gwanghwamun como centro neurálgico.
Los
manifestantes, ataviados con chubasqueros para protegerse de la lluvia y
la nieve, protagonizaron una marcha hacia la Casa Azul de la
presidencia surcoreana, acordonada en un perímetro de 800 metros por la
policía, que desplegó a 25.000 efectivos especiales.
En la avenida de Gwanghwamun tuvieron lugar discursos y actuaciones, y los asistentes portaron velas encendidas al caer el sol.
"A
la presidenta no le importa la gente, no tiene respeto por el país. Es
obvio que todo el mundo quiere que dimita, pero no lo escucha y sigue
aferrándose al poder", declaró a Efe Lee Eun-ji, de 27 años, que portaba
uno de los omnipresentes carteles rojos con el lema "Park dimisión".
La
manifestación se produce en un momento en el que Park se resiste a
dimitir a pesar de los llamamientos casi unánimes de los diputados, los
fiscales, los medios de comunicación y la ciudadanía por el mayor
escándalo político de los últimos años en Corea del Sur.
La
presidente ha sido señalada por los fiscales como cómplice de Choi
Soon-sil, su amiga íntima bautizada popularmente como la "Rasputina
coreana".
Choi
está acusada de haber intervenido en asuntos de Estado a pesar de no
ostentar cargo público alguno y haber extorsionado a empresas para
obtener cuantiosas sumas de dinero que se habría apropiado parcialmente,
entre otros actos ilícitos.
Esto
ha causado una fuerte indignación en la sociedad surcoreana por la
creencia generalizada de que una desconocida ha podido erigirse como
figura influyente en la Casa Azul, dictar políticas y manipular a la
presidenta a su antojo.
Los
organizadores de la protesta, unos 1.500 grupos y asociaciones,
esperaban congregar a entre 1,5 y 2 millones de personas y superar la
histórica convocatoria de más de un millón -280.000 según la policía-
del pasado día 12.
Sin
embargo, las condiciones meteorológicas adversas, con nieve, lluvia y
temperaturas que rondaron los cero grados, han desmotivado a algunos de
los que pensaban acudir.
"Fui
a protestar los dos sábados pasados pero hoy (ayer) el tiempo está
horrible, así que descanso para no ponerme enfermo y el próximo vuelvo
seguro", explicó a Efe el oficinista Park Dong-hwan, de 31 años, que
aseguró que al menos dos amigos suyos también decidieron quedarse en
casa por el mismo motivo.
Muchos
de los que decidieron no acudir, sin embargo, mostraron su apoyo a la
causa apagando la luz de sus casas a la vez durante un minuto.
En
otras ciudades del país, como Busan, Gwangju, Daegu o Ulsan, también
salieron a la calle centenares de miles de personas para exigir la
dimisión de la presidenta, que se encuentra en sus horas más bajas.
El
índice de popularidad de Park cayó en la última encuesta al 4 por
ciento, la cifra más baja de un líder de Corea del Sur desde la
fundación del país en 1948.
La
Fiscalía citó a declarar a la presidenta tras considerarla presunta
cómplice en el caso, pero probablemente no acudirá ya que goza de
inmunidad.
Mientras,
la oposición ha anunciado que presentará un proceso de destitución
("impeachment") en la Asamblea Nacional (Parlamento) con el apoyo de
parte de los diputados del partido gobernante Saenuri que han dado la
espalda a su líder.
También
está en proceso en el Parlamento la creación de un tribunal
independiente para investigar y juzgar la implicación de Park en el caso
que ha revolucionado a todo el país.