Diana Rodríguez/Tomado de El Caribe
El
92 % de la producción de agua en la República Dominicana se lo tragan
dos grandes sectores: la agricultura y el consumo humano.
Según
datos contenidos en el libro “Contraste de la disponibilidad y demanda
de agua por provincia”, la agricultura bajo riego en el país demanda en
promedio el 80 % de las extracciones anuales de agua, mientras al
consumo humano se destina el 12 % de la oferta de líquido aprovechable,
en tanto el 8% restante se distribuye en la industria, el turismo y
fines ecológicos.
Pero
la eficiencia global, es decir, la cantidad de agua que se aprovecha en
la agricultura se estima en un 20% y en el consumo humano un 60 %.
De
acuerdo con el informe que hace referencia a la situación de
disponibilidad del agua en suelo dominicano del autor Gilberto Reynoso
Sánchez, explica que la situación descrita representa un problema a
enfrentar. Indica que un país debe ser capaz de retener en sus embalses
el 40 % de la oferta, y la República Dominicana tiene una capacidad de
almacenar 9,400 millones de metros cúbicos por año de la oferta hídrica
total superficial.
El
libro publicado recientemente, el cual contó con el apoyo del
BanReservas, explica que estos valores desequilibrados son en gran
manera responsables de la enorme brecha masiva e insostenible entre
oferta y demanda de agua que presentan la mayoría de las regiones del
país. El documento destaca que el país cuenta con 24 grandes presas con
capacidad para regular el 23 % del escurrimiento superficial y almacenar
el 9 %, lo que equivale a 2,400 millones de metros cúbicos.
Para
lograr el buen uso del agua en el país, recomienda implementar
políticas que se fundamenten en la eficiencia de los sistemas de riego y
en la reducción de las pérdidas en las redes de distribución de los
acueductos.
Explica
que la información disponible sobre los recursos hídricos nacionales
permiten afirmar que la República Dominicana presenta una alta
variabilidad espacial y temporal en la distribución de sus recursos
hídricos, lo que dispara las señales de alarma en algunas provincias. El
experto lo atribuye a que no existe suficiente ordenamiento en el uso
de los recursos hídricos en el país.
Afirma
que gran parte del agua que se destina para el riego y para abastecer
los acueductos provienen de ríos no regulados, acuíferos subterráneos y
arroyos, que no cuentan en su mayoría con programa de protección de
cuencas, sistemas de regulación, almacenamiento, tratamiento, ni con
previsiones económicas para realizarlas.
Hay que regar 300 mil hectáreas en el país
El
área actual bajo riego en el país se estima en 300 mil hectáreas, de
las cuales el 97.4 se riega a través de sistema por inundación, mientras
el 2.6 por goteo, microaspersión y pivote. El informe destaca que el 95
% del riego utiliza aguas superficiales y el 5 % proceden de fuentes
subterráneas. Indica que el 70.8 % de la superficie bajo riego se
encuentra en la vertiente del Atlántico, el 26.8 % en la del mar Caribe,
y el 8.4 % en la del Lago Enriquillo.