Por Mayobanex De Jesús Laurens...Estilo Bloguero
Ayer lunes venía de Santo Domingo, al entrar en Baní, en la calle principal ruta hacia Barahona, el tránsito estaba congestionado y por ser el centro de la ciudad se supone que las normativas de manejo exigen disminuir la velocidad y esperar que los vehículos circulen lentamente tras el semáforo ponerse en verde.
Detrás de mí venía una guagua de transporte de pasajero, de las grandes y modernas que hay ahora. En esa vía congestionada, en donde se debe correr despacio, a baja velocidad, el chofer de ese autobús me venía pitando con insistencia para que avanzáramos.
Insistió tanto con la pitada de bocina que al llegar en donde estaba antes el Parador de Pollo Rey, le cedí el paso para que siga su agitado y temerario curso, sin respetar normas de tránsito ni tener la prudencia por una Semana Santa que iniciaba.
Casi siempre los accidentes de tránsito, en que mueren personas que ponen sus vidas en manos de esos choferes, vienen dados sencillamente por “imprudencias y manejo” temerario. Es así.