FUERA DE CÁMARA/El dilema de Danilo
CÉSAR MEDINA
lobarnechea1@hotmail.com/Tomado de Listin Diario
Es
lógico que el presidente Danilo Medina esté atormentado por la forma en
que ha evolucionado el escándalo de Odebrecht embarrando a algunos de
sus compañeros de partido y colaboradores del gobierno, razones por las
que se ha mantenido en la equidistancia sin involucrarse en la
investigación forense que encamina el Ministerio Público.
También
es preocupante para el Presidente que dirigentes importantes de los
principales partidos opositores figuren entre los beneficiarios de los
sobornos de la constructora brasileña, al igual que empresarios
independientes que gozan de su distinción y afecto aunque no tengan
vínculos partidarios. Estamos a cuestión de horas para que el expediente
sea enviado por el procurador Jean Alain Rodríguez al juez designado
por la Suprema Corte, Francisco Ortega Polanco, que deberá instruir el
proceso en instancia única, lo que adelanta, por lo menos, que entre los
involucrados hay fi guras con el privilegio de la inmunidad
legislativa. Dicen que dos senadores y un diputado.
Es
probable que al momento de escribir esta columna --domingo después del
mediodía--, el expediente estuviera en camino al magistrado Ortega
Polanco. Esa expectativa crecía a medida que avanzaban las horas y todo
indicaba que exceptuando el caso de los legisladores, inmunes a la
cárcel mientras dure la legislatura, el resto de los imputados será
recluido en prisión. Precisamente con ese fin se trabajó afanosamente
los últimos días remozando la cárcel preventiva del Palacio de Justicia
de Ciudad Nueva y Najayo-Hombres, donde en apariencia serán recluidos
preventivamente los acusados que hasta ayer se cuantificaban en quince,
extraoficialmente. El caso es que el presidente Medina se ha mantenido
alejado del proceso para no interferir en una atribución que pertenece a
la exclusividad de la Justicia, más aún porque se involucra a personas
de sus afectos y en dos o tres casos a compañeros del PLD, algunos de
ellos miembros de su Comité Político.
Pero hay maledicencia
La maledicencia pública aposentada en analistas que al mismo tiempo
“asesoran” la sedición antigubernamental, iniciaron ya la segunda fase
de su campaña exigiendo que se cuantifique la sobrevaluación de las
obras de Odebrecht y se identifique a los benefi ciarios del fi
nanciamiento de campañas electorales. El primer tema está en proceso con
la solicitud del Procurador a la Cámara de Cuentas para que se auditen
todas las obras de Odebrecht. Sobre el otro tema, el publicista Joao
Santana y su mujer Mónica Moura han declarado bajo juramento que
Odebrecht no fi nanció campañas electorales en este país.
Pero
nada de eso es sufi ciente porque el propósito es continuar la campaña
contra el presidente Medina, contra el gobierno y contra el PLD como
parte de la sedición que pretende entrar al Palacio Nacional por la
puerta del patio… Sea antes o después de 2020. Por supuesto que para un
líder político con la ética democrática del presidente Medina, resulta
preocupante porque él maneja información de alta sensibilidad sobre esos
planes, y en algún momento el Gobierno tendrá que enfrentarlos.
Pero lo primero, es lo primero...
¿...Y qué es lo primero?
Lo primero es concluir el proceso en el nivel político que corresponde a
la instancia del Ministerio Público, y eso está a punto de producirse
con el sometimiento de los imputados a partir de los papeles que
llegaron de Brasil, de los interrogatorios y de las demás diligencias
hechas por el Procurador.
A
partir de entonces --cumplida la responsabilidad que le asiste como
gobierno--, Danilo Medina tiene que actuar para mantener la
institucionalidad democrática por encima de la sedición callejera,
respetando las libertades públicas pero consciente de que su principal
deber como mandatario es mantener el orden y la paz ciudadana.
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