lunes, 29 de mayo de 2017

MISIL ATOMICO! ORLANDO DICE...Las confesiones, artículo de opinión

orlando pasoapaso_2014-03-04_20-59-51
Orlando Gil
orlandogil@claro.net.do/Tomado de Listin Diario
LAS PREGUNTAS.- Ahora que se avanza hacia La Curvita de la Paraguay y esta semana se develará el misterio que rodea el caso Odebrechet, conviene hacerse las preguntas que se hizo Gustavo Gorriti, periodista peruano, en un artículo publicado en El País de España: “Si la información sobre el resto de América Latina se produce, organiza y exporta desde Brasil, ¿cuán completa es? ¿Cuán detallados y eficaces fueron los interrogatorios? ¿Cuán capacitados estuvieron los fiscales brasileños? Además, ¿qué exigen los fiscales brasileños a cambio de la entrega de información? ”A Gorriti inquietan otros aspectos, pero ya de carácter local. Importa por el momento Brasil y lo que vino de Brasil. No se sabe qué tiene la Procuraduría General de su propia cosecha, de las indagatorias que se supone estuvo realizando durante todo este tiempo, ni cómo conciliará las revelaciones de allá con las admisiones de aquí, si es que las hubo…


SOLO BRASIL.- Los interesados desconfiaron del manejo que dieran las autoridades dominicanas al caso Odebrecht, y se demandó, desde el principio, que se solicitará la colaboración de sus pares brasileños. En un momento levanté como consigna que “lo que diga Brasil es lo que va”. En esa se está ahora, y no con todas a favor. Los fiscales brasileños hicieron su trabajo, pero lo hicieron en función de sus intereses, en atención a sus expectativas. Les interesaba perseguir, someter, juzgar y condenar a los culpables nacionales y no a los extranjeros. Si Estados Unidos no entra en el asunto y se firman acuerdos de carácter internacional, las derivaciones locales, las implicaciones hubieran quedado como chismes que cada país manejaría de manera caprichosa. Brasil, por tanto, sigue siendo Brasil, y parece que los papeles de Curitiba no son suficientes…

SIN PARTITURA.- Excepto a Temístocles Montás, la Procuraduría interrogó sin tener los papeles a mano, sin conocer las confesiones o delaciones brasileñas. Se imponía un repaso y ese repaso, que sepa, no fue hecho. La impresión es que el Ministerio Público quería saber si determinados nombres figuraban, y proceder teniendo la documentación brasileña como prueba. Mire que no se va a poder. Lo que creía la calle, y sigue queriendo la calle, era una lista, pero con sus correspondientes cargos. Que dijera, por ejemplo, que el funcionario fulano, o el legislador zutano, recibió tantos millones de dólares o de pesos como propina por las diligencias o facilidades en la obra que fuera. Los delatores, sin embargo, no hablaron a calzón quitado. Mencionaron el caballo, pero no si era bayo, pues no tenían los pelos en las manos…

ENTRE TÍMIDOS.- Si cuidadosos fueron los fiscales al preguntar, más los delatores al declarar. Mencionar determinados ministerios, ante los cuales necesariamente había que acudir, o las comisiones responsables de estudiar los contratos, no sirve de mucho. Como los gerentes se saben librados de culpa en los procesos locales, no se van de la boca. Odebrecht actuó con inteligencia en ese aspecto y se blindó, de manera que sus consecuencias fueran mínimas. Multas sí, tal vez devolución, o indemnización, pero nunca riesgo penal. Y lo más interesante de todo. Esa posición contó con la anuencia y aprobación de los fiscales brasileños. Los fiscales peruanos que fueron a Curitiba a tomar declaraciones a Marcelo Odebrecht tuvieron que firmar un acta en que se comprometían a no procesar a este, o, a gente de sus empresas por lo que pudiera decir. Brasil pone sus límites, y si por allá, de seguro que por aquí…