Tomado de El Nuevo Diario
RÍO DE JANEIRO.- La publicista brasileña Mónica Moura, responsable con
su marido de varias campañas electorales en América Latina, aseguró que
el presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, le pagó 11 millones de
dólares en metálico no declarados para la campaña electoral para la
reelección de Hugo Chávez en 2012.
Moura
hizo estas afirmaciones ante la Fiscalía brasileña, con la que pactó
revelar los pagos ilícitos recibidos por él y su marido, el también
publicista Joao Santana, a cambio de tener una rebaja en la condena de
ocho años a la que fueron sentenciados el año pasado por corrupción y
lavado de dinero.
Según
la delación, cuyo contenido fue divulgado hoy por la Justicia brasileña
y que consta de pruebas y detalles, Moura aseguró que Maduro, en la
época canciller, le entregó en persona el dinero en la sede de la
Cancillería venezolana, y que debería haber pagado otros 15 millones de
dólares por la campaña electoral, aunque el dinero nunca fue pagado.
La
publicista indicó que recibió otros 9 millones de dólares de
constructoras brasileñas con negocios en Venezuela para la campaña de
Chávez a la reelección.
El
texto de la declaración de Mónica Moura asegura que además del pago en
metálico, Maduro exigió que la empresa del matrimonio de publicistas
brasileños recibiera "casi todos los valores" pagados por la campaña sin
declarar.
"Maduro
recibía a Mónica (Moura) en su propio gabinete, le entregaba carpetas
con dinero y le garantizaba escolta para darle seguridad en el recorrido
de la Cancillería a la productora", según el texto de la delación.
La
mayor parte de los pagos, según Moura, fue a cargo de las constructoras
brasileñas Odebrecht (7 millones de dólares) y Andrade Gutierrez (2
millones de dólares mediante un depósito en Suiza).
Los
pagos de ambas constructoras están siendo investigados en la Operación
Lava Jato porque se sospecha que el dinero fue desviado ilegalmente de
la petrolera estatal Petrobras.
La
publicista aseguró que la empresa que tiene con su marido, Joao
Santana, fue contratada para la campaña electoral venezolana a petición
del entonces embajador de Venezuela en Brasil, Maximiliano Arbeláez, de
quien dijo que fue "el acreedor de la campaña de Hugo Chávez en 2012"
porque tenía un "excelente tránsito" entre los directivos de las grandes
empresas brasileñas y la cúpula del entonces gobernante Partido de los
Trabajadores (PT).
Moura
también citó a los exministros brasileños José Dirceu (Presidencia) y
Franklin Martins (Secretaría de Comunicación Social), ambos durante los
mandatos de Luiz Inácio Lula da Silva (2003-2010) como partes
importantes en la campaña de Chávez.
Los
dos exministros viajaron al menos tres veces a Caracas junto con el
matrimonio Santana-Moura en un avión de la constructora Andrade
Gutiérrez, que también habría pagado el hospedaje en Caracas.
La
publicista brasileña aseguró que Franklin fue contratado para llevar
"la parte de internet" de la campaña, "también sin contrato formal"
porque "Nicolás Maduro era siempre muy desconfiado, no quería entregar
dinero en metálico para más de una persona, por el riesgo de
negociación" y por ello "entregaba todo el valor a Mónica Moura, que lo
enviaba a la mujer de Franklin Martins", según la delación.
Joao
Santana y Mónica Moura fueron detenidos en febrero de 2016 al
desembarcar en Brasil procedentes de la República Dominicana, donde
trabajaban para la campaña electoral del presidente Danilo Medina, quien
buscaba la reelección.
Los
dos fueron condenados a ocho años de prisión por su participación en la
trama de corruptelas en Petrobras, aunque pactaron con el Ministerio
Público destapar la red de desvíos a cambio de una rebaja en su condena.
Además
de las campañas electorales victoriosas en Brasil, el matrimonio
Santana-Moura también trabajó en el exterior, como en la campaña del
argentino Eduardo Duhalde (1999), una de las pocas en que no tuvieron
éxito.
Luego
estuvieron en las victoriosas campañas del salvadoreño Mauricio Funes
(2009); del dominicano Danilo Medina (2011) y del angoleño José Eduardo
dos Santos en 2012, año en que también dirigieron la última del
fallecido presidente venezolano Hugo Chávez.
En
varios de esos países, el matrimonio también es investigado por
supuestas actividades ilícitas relacionadas con las elecciones. EFE