Libonny Pérez/Tomado de El Caribe
Aun
año y dos meses de la muerte del exrector de la Universidad Autónoma de
Santo Domingo (UASD), Mateo Aquino Febrillet, el Ministerio Público
acusa de autor material del hecho, al que califica de asesinato, a Blas
Peralta y a otros tres coimputados, quienes esta semana enfrentarán un
juicio de fondo.
Sin
embargo, ninguno de ellos ha admitido los hechos; por lo que el MP
deberá demostrar, a través de la contundencia de sus pruebas, la verdad
procesal y lograr que los tribunales impongan máxima pena a los
responsables.
El
11 de marzo del año 2016, pasadas las 3:00 p.m. Aquino Febrillet,
candidato a senador por la provincia San Cristóbal, se encontraba
reunido en el restaurante El Arrozal, ubicado en el sector Mirador Sur
del Distrito Nacional, en atención a una invitación que recibió del
candidato a síndico de Yaguate, Ángel Rafael Salazar, para coordinar el
protocolo de manejo de los candidatos aspirantes a cargos electivos por
los partidos Revolucionario Moderno (PRM) y Reformista Social Cristiano
(PRSC).
Durante
la actividad, los candidatos al Congreso por la provincia San
Cristóbal, Eduard Montás Lorenzo y Blas Peralta, quienes ya habían
tenido una acalorada discusión en ocasiones anteriores, protagonizaron
un nuevo altercado: Montás le dio una bofetada a Peralta, haciendo que
éste cayera al suelo. Personas que estaban en el lugar, mediaron para
evitar mayores agresiones.
Montás
decide abandonar el lugar junto el exrector, su chofer Joel Antonio
Soriano Ramírez, la secretaria Rosa Elaine Mañaná Ramírez y el oficial
de seguridad Omar Enriquillo Sosa Méndez. Posteriormente, el vehículo
donde se trasladaban, propiedad de Aquino Febrillet, es perseguido por
dos yipetas: una verde oscuro y otra dorada.
Frente
a esto, el responsable de la seguridad del exrector, Sosa Méndez, le
ordena al chofer que se dirija al edificio donde vive el presidente de
la República, Danilo Medina, presumiendo que en la zona podría haber
presencia policial; pero al llegar y no ver personal de seguridad,
deciden seguir hasta el destacamento policial del Mirador Sur.
En el trayecto, fueron interceptados por la yipeta verde oscuro en la cual viajaban Blas Peralta, Geraldo Féliz Batista Mena y Franklin Venegas. Detrás de este vehículo y en franca persecución, venía otra yipeta dorada.
Blas sacó un arma de fuego
De acuerdo a versiones de las víctimas, durante la interceptación, Blas
Peralta apuntó con una pistola e inmediatamente se escuchan varias
detonaciones. Aquino Febrillet recibe un impacto de bala en el hombro
izquierdo, que le produjo la muerte; Eduar Montás, uno en el antebrazo
izquierdo y la secretaria Rosa Mañaná Ramírez, una herida en la pierna
izquierda.
Ese
mismo día Peralta acude a la televisora NCDN canal 37 y dice que no
tiene nada que ver con los hechos. “En verdad yo le caí atrás a Eduar
Montás, pero se me perdió y me devolví” y al ser consultado por la
periodista Nuria Piera sobre si negaba haber disparado a la víctima,
dijo “yo no estoy negando que algunas de las personas mías cualquier
persona que no fuera seguidora mía le haya disparado a él, el que sabe
que no le disparó a él fui yo”. Al día siguiente, el 12 de marzo se
entrega a la Policía Nacional.
En
la acusación del MP también aparecen como coimputados el coronel Rafael
Herrera Peña, quien se habría comunicado telefónicamente con Peralta, a
los fines de “encontrar una pistola de camino para cambiarle el cañón”;
el chofer Geraldo Félix Bautista, quien iba conduciendo la yipeta y
Franklin Venegas Rivas, quien también iba en el vehículo.
Desde
el 11 de marzo hasta la fecha, Blas Peralta ha dicho al menos en tres
ocasiones que no fue él quien disparó el arma y que va a colaborar para
que el responsable pague por el crimen.
Además,
en las actas de entrevista de los testigos, que forman parte del
expediente del MP, dos de ellos aseguran que vieron a Peralta con una
pistola en la mano, pero no lo vieron disparando.
Eduar
Montás indicó que “yo lo vi a él (Blas Peralta), apuntando con una
pistola desde el vehículo en que andaba hacia nosotros y al bajar la
cabeza, es que escucho las detonaciones de disparos”; la secretaria Rosa
Mañaná Fernández declaró que “yo vi al señor Blas Peralta cuando tomaba
un arma de fuego, pero en ese momento bajé la cabeza y me agaché,
porque Eduar dijo agáchense” y el chofer Joel Soriano Ramírez relató que
“yo escuché dos disparos. No vi quién disparó, pero los disparos
salieron de la Land Cruiser de color verde oscuro”.
No hicieron prueba de parafina
El arma de fuego de donde salió el proyectil, identificada como Taurus
calibre 9mm TZG54444 de la Policía Nacional, asignada a Peralta,
desapareció después del hecho. Al imputado principal y a los otros dos
que se desplazaban en el vehículo, no les hicieron la prueba de parafina
para determinar trazas de pólvora.
Sin
embargo, la prueba de parafina, tal y como aseguran los criminólogos
“solo tiene cierta utilidad si la muestra se obtiene una o al máximo dos
horas del hecho delictivo.
Sino,
directamente no tiene sentido practicarla porque la contaminación la
hace inservible, ante cualquier tribunal”, por lo que si Blas Peralta y
el resto de los implicados aparecieron al día siguiente, era evidente
que la prueba no aportaría ningún dato adicional.
Otro
de los aspectos que aún no quedan claros es dónde está la segunda
yipeta que perseguía al vehículo de Aquino Febrillet (la dorada que
aparece en las cámaras del 911). ¿De quién es ese vehículo? ¿Quiénes
iban en él? Tampoco queda claro por qué dos de los heridos en la
persecución, que eran querellantes, retiraron la querella y sólo
quedaron como testigos.
Sea
cual fuere la estrategia de la defensa de Blas Peralta y demás
coimputados y los argumentos y pruebas que maneje el MP, todo indica que
el autor material del disparo que mató al académico, iba en la yipeta
verde oscuro. l
Juicio de fondo iniciará el jueves 18 de mayo
El
3 de abril, el juez del Sexto Juzgado de la Instrucción del Distrito
Nacional, Rigoberto Sena, dictó auto de apertura a juicio contra Blas
Peralta y otras tres personas, acusadas por el asesinato de Mateo Aquino
Febrillet.
La
decisión fue apelada por la defensa de Peralta, pero la corte declaró
inadmisible esta solicitud. El Primer Tribunal Colegiado del Distrito
Nacional, presidido por Giselle Méndez, conocerá el juicio de fondo. El
18 de este mes se celebrará la primera audiencia.