Sus integrantes son profesionales en distintos oficios.
Atractivo. La belleza, simpatía y los gráciles movimientos de “Las Aguichicas” al bailar sobre el dugout del equipo, principalmente, suelen atraen la vista de los fanáticos que asisten al Estadio Cibao.
Juan Saint Hilaire
Santiago/Tomado de Listin Diario
Uno de los elementos que complementan las emociones que hacen vibrar a la fanaticada del béisbol son las llamadas porristas, cheerleaders o bailarinas.
Las Águilas Cibaeñas cuentan con uno de los grupos más llamativos que con su despliegue de ritmo y cadencia contagian la alegría mediante sus bailes encima del dugout y terreno del Estadio Cibao.
La animación de la afición del equipo aguilucho es proporcionada por la belleza y simpatía de seis jóvenes conocidas como “aguichicas”.
Su atractiva vestimenta y atributos físicos motivan a los fanáticos para que asistan a los partidos de sus equipos.
Quienes son ellas?
Karina Vargas, de 21 años de edad, es soltera y nativa de La Vega, durante los meses en que no hay béisbol es estudiante de Psicología, dice sentirse muy cómoda con su desempeño como aguichica pues el público siempre ha aceptado muy bien su despliegue encima del dugout. Dice que una de las cosas que más llama la atención del público es el vestuario.
Gabriela Paredes García, venezolana de 21 años de edad, es Licenciada en Derecho. Ha trabajado como modelo profesional en videos musicales, promociones.
“Me siento muy complacida de pertenecer a este equipo ya que la fanaticada es muy alegre, siempre están de pies respondiendo a nuestra animación y eso es algo que me satisface mucho”.
Dahiana Guzmán, dominicana de 22 años de edad oriunda de Santo Domingo, está por segunda temporada con las Águilas.
Animan y encantan son elegidas en un casting 3 meses antes de iniciar el torneo
Ella indica que es estudiante de Comunicación Social, mención Relaciones Públicas, en la Universidad Autónoma de Santo Domingo. Durante la temporada muerta se mantiene trabajando en promociones para diferentes empresas.
“El público nos acepta y se nota muy satisfecho con el trabajo que hacemos”, sostiene Guzmán, a la vez de informar que está comprometida.
Nayely Suriel, tiene 22 años de edad y es madre de una bebé de tres meses de nacida. Dice ser aguilucha desde chiquitica pues nació en San José De Las Matas, Santiago. Nayely es estudiante de Administración de Empresas y a la vez comparte su tiempo como bailarina profesional.
“El público es muy respetuoso con todas nosotras... siempre están muy activos y nos dan ánimo. No hemos tenido ningún episodio negativo”, afirma.
María Serrano, venezolana de 22 años de edad, cuenta con una licenciatura en psicóloga. Durante el año comparte su tiempo en actividades como modelo profesional y de promoción.
Elizabeth Garabitos, dominicana de 21 años de edad nacida en Cambita Garabitos, San Cristóbal, es promotora y modelo, además estudia Comunicación Social, mención Relaciones Públicas en la UASD.
“Los fanáticos son muy agradables, siempre quieren tomarse una foto con nosotras y responden positivamente a nuestro estilo de animar”.
Las aguichicas convergen en que existe una armonía permanente en el grupo, pues cada una respeta el espacio de cada quien..
Las caras detrás de las Aguichicas
El gerente y manejador de las aguichicas es el diseñador Chiqui Báez, quien por más de tres lustros ha trabajado con todos los equipos de la Liga Dominicana de Béisbol en la estructuración y preparación de bailarinas.
Estima que los uniformes usados por las aguichicas son decentes, sin embargo, admite que las curvas de las sexis aguichicas obviamente hacen que resalte a la vista de todos.
Criterio de selección
Las aguichicas son seleccionadas mediante un casting que se realiza tres meses antes de iniciar el torneo de béisbol dominicano. En el mismo ellas son sometidas a diferentes pruebas de baile.
Un comportamiento decoroso, dominio del baile, buena figura y educación son requisitos para entrar a formar parte del grupo de animadoras aguiluchos, pues una vez escogidas tienen la encomienda de poder interactuar con diferentes tipos de personas en el estadio.
“Nuestra coreografía no es obscena, es un espectáculo totalmente sano... Tratamos de hacer un trabajo profesional, enmarcado dentro de la dignidad de una persona”, señala Báez.
Detalla que la vestimenta de las bailarinas está acorde a los tiempos modernos y a la altura de un nivel internacional.
“Nosotros no hemos alterado nada, nuestros estándares en cuanto al uniforme de nuestras chicas está alineado en la misma tendencia con lo tradicional usado por porristas de todos los equipos profesionales del mundo que entretienen al público de una manera sana y divertida”.
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