CALUMNIA, CALUMNIA QUE ALGO QUEDA…
Es el arte de los perversos desde las “sombras”, sin importar honras de las personas, hijos, familias y tradición de vida afectados.
Muy bonito luego pedir disculpas públicas, quedando como un calumniador, pero el daño ya está hecho. Cúantas veces sucederá, con personas sin moral, sin valores y cuestionadas socialmente, que se presentan como acusadores a otros de lo que ellos en el fondo realmente son.
Lo de Hipólito Mejía con Wilton Guerrero es el vivo ejemplo de una lucha feroz por la defensa de su honra, honor, apellidos y familia…
Bien por el “Guapo de Gurabo”…