Orlando Gil
orlandogil@claro.net.do/Tomado de Listin Diario
LAS VERSIONES.- Los dos grupos que compitieron en las primarias cerradas del PRM, saben desde el primer momento cómo resultó la cosa. A cuál le fue mejor que al otro. Y era lo justo, pues no había posibilidad de empate. Los medios empiezan a hacer lo correcto, aunque tal vez no se den cuenta de que están sirviendo a causa interesada. Cuando informan que fulano superó a zutano, dicen lo que por prudencia los líderes deben callar.
No conviene que Luis Abinader o Hipólito Mejía se llenen la boca o celebren públicamente su ganancia política. Sería provocar una guerra de versiones que afectaría lo que resta del proceso. Además, depende de donde se coloca cada cual. Si en la lomita como pitcher o detrás del home como cátcher. Haber obtenido muchas vicepresidencias o subsecretarías generales es un dato sospechoso y de riesgo. Significa que el vaciado fue extraordinario, y por lo bajo se culpan de tomar ventaja en dichos niveles. Cuentan (y se sabe que los cuentos entre políticos son cuentos de camino) que en las votaciones complementarias no se entregaron más que dos boletas, y no cuatro. Se les dijo a los compañeros que la presidencia y la secretaría general estaban resueltas y no tenía sentido marcar la una y la dos. Sin embargo, no fueron echadas al zafacón, sino conservadas para fines de vicepresidencias y subsecretarías…
EL SOLDADO RYAN.- En el PRM está pendiente una tarea que no se sabe quién la hará, si la Comisión Nacional Organizadora o el liderazgo mayor. Sería el reconocimiento del ascendiente o aceptación de los candidatos derrotados en los puestos de máxima responsabilidad. Se comenta favorablemente la votación lograda por Jesús Feris y Geanilda Vásquez para la presidencia y de Jesús Vásquez para la secretaría general. Incluso de Leonardo Faña. Con Andrés Bautista se tiene un cuidado especial, aunque se retiró de la contienda. Se tiene decidido arreglar la carga en el camino, solo que no se tiene noción clara de lo debe hacerse o cómo. Considerarlos para un organismo en mente o aplicar la fórmula de la proporcionalidad para las instancias de dirección. Nobleza obliga sería la consigna y las rabietas conocidas serán guardadas en el baúl de los recuerdos. En el PRM no habría espacio para el rencor, como si en el antiguo PRD. Las cosas que se hablan detrás del telón expresan un ánimo nuevo y diferente, como si fuera posible corregir conductas después del palo dado. El sectarismo tendrá que aguantarse, quedarse en las esquinas, y no intentar estropear lo que se cree una obra maestra. Atraer y retener a los compañeros que no se apoyaron en principio, pero que corrieron su albur y demostraron coraje, decisión y simpatía entre iguales…
EL ENTRENAMIENTO.- Eso no quita que se hagan las evaluaciones de lugar y se tomen las providencias que la circunstancia aconseje. Pues lo recién pasado no fue campeonato, sino entrenamiento de primavera, y nadie puede equivocarse respecto a la pujanza del contrario. Nada más hay que fijarse en que Luis Abinader e Hipólito Mejía vuelven a la calle, y lo hacen con el propósito de recuperarse de cualquier posible caída. Ninguno saldrá con ambulancia, al estilo 911, a recoger heridos, pues parece no haberlos, o tampoco serían graves. En cierto modo estuvieron de licencia, un poco de Semana Santa, durante el proceso de convención. Conviene volver sobre el camino, nunca perjudica andarlo de nuevo, ampliar el universo, mejorar el panorama, y prestar atención a un fenómeno que sin duda se dará. El cambio de un lado para el otro. Las quejas se expresan por lo bajo, pero existen, aunque nada del otro mundo. El compañero de las bases que considere que no recibió de parte del líder el respaldo que esperaba, y que esa fue la causa de su derrota, hará lo que siempre se hace: buscar amparo en el bando opuesto. En la política dominicana, y en la vida de los partidos, los tránsfugas siempre andan con la ropa puesta y tienen el caballo ensillado. No habrá recomposición del partido, pero sí de los grupos. Además, el que no juramenta, no crece en un país en que domina la percepción…
ESPECIAL SANTIAGO.- No debe sorprender que Hipólito Mejía haya reaparecido en Santiago y al lado del presidente Danilo Medina. La curiosidad de fuera del PRM no entiende que Mejía perdiera en Santiago, y eso es porque no conocen interioridades, pero tampoco lo difícil de esa plaza para todos los partidos. Los Mejía son de Gurabo, los Abinader de Tamboril. Santiago tiene por demás un encanto especial en estos días, y algo sucede políticamente que no se ve, pero se tiene. El gobierno renueva su afecto a la llamada Ciudad Corazón. El ministro de Interior que es un aspirante declarado a la nominación habló de reforzar la seguridad de la zona, y ese es un anuncio que nunca lo hace un civil, sino un policía. El ministro de Medio Ambiente otro pretendiente a la candidatura oficial se afana en un Parque Botánico, algo propio de su función, pero que se produce en momentos de necesario protagonismo. La presidencia de la República, vía Consultoría Jurídica, logró entendimiento entre el Ayuntamiento y la Corporación del Agua. Y el jefe del Estado, de quien dicen que se le ve la seña, incluye a Santiago en su programa de inauguraciones. Muchos huevos hervidos y sal de sobra, pues de la comarca se habrán ido los caballeros de fama, pero lo sustituyeron los gentiles llegados de fuera. Y el Yaque que duerme, pero que al voltearse, por alguna razón, sonríe…