sábado, 5 de mayo de 2018

ORLANDO DICE...Primarias en cámara

Orlando Gil
orlandogil@claro.net.do
DESTINO FALSO.- El camino más fácil sería atribuir a compra lo sucedido el pasado jueves en la Cámara de Diputados, pero por esa vía no se llegaría a ninguna parte. Los compañeros de bancada no se atreverían a acusar y los colegas de otros partidos no cuentan con evidencia. Sin embargo, la sospecha más que mortal, pues los desaprensivos habían adelantado la posibilidad. 


Cuando el gobierno está de por medio, ninguna explicación mejor que el dinero. No obstante, la política tiene muchos medios y diversas maneras. Quienes se rasgan las vestiduras son farsantes, simuladores, pues a nadie debe sorprender que llueva después de verse el nublado. Hipólito Mejía de gancho con Danilo Medina en Santiago, la divulgación de una entrevista vieja como si fuera nueva, sin ningún tipo de aclaración, y la reiteración de Luis Abinader de la posición del PRM ante la inminencia del conocimiento del proyecto, sin que al parecer hiciera falta. Fue claro para los buenos entendedores que las primarias abiertas ya no eran un problema del PLD, de Leonel Fernández y Danilo Medina, sino del PRM, de Abinader y de Mejía. Cada cual jugó su baza, y que todo interesado juzgue por el resultado…

CHOQUE DE ESTRATEGIAS.- No se piensa que las primarias abiertas, en principio un conflicto entre peledeístas, entre Leonel Fernández y Danilo Medina, de a poco se convirtió en un problema de los perremeístas, de Luis Abinader y de Hipólito Mejía. Las dificultades internas del PRD antes y del PRM ahora siempre se atribuían a la acción del PLD y del gobierno. La situación ahora se da al revés. Las tendencias del PRM quieren influir en las decisiones del PLD, y una se va a favor de un bando, y otra actúa en función del contrario. Y todas las partes al descubierto, con las cartas viradas sobre la mesa. Cuando Leonel Fernández y su grupo objetan las primarias abiertas, dan cuenta de que esa posición la comparten con otras fuerzas políticas, con la sociedad civil, y sobre todo con las iglesias. Solo que si Fernández ganara la partida, y se impusiera la consulta cerrada, Abinader cogería colita. ¿Por qué tiene Medina que consentir que Fernández obtenga ganancia de causa, e igual por qué Mejía debe dejar que Abinader logre su cometido? La democracia tiene entre sus virtudes que igual que la ida, la venida, y si Fernández y Abinader tienen derecho a una estrategia, ese mismo derecho Medina y Mejía. La gente lo entiende, solo que alguna no lo admite. Lo que hay ahora y se evidenció el pasado jueves es un choque de estrategias en el PLD y en el PRM, los dos partidos más importantes del país…

ELLOS HACEN.- Nadie debe arriesgarse entre políticos, pues cuando no hay negocio, hay cinismo. Debe recordarse que cuando la reforma constitucional para restablecer la reelección, se habló de millones de pesos para cada miembro de la Asamblea Revisora que apoyara ese propósito, además de una yipeta del año siguiente. Lo que único obvio fue que los partidarios de la reelección repitieron, al igual que el presidente Danilo Medina, y ocurrió con los legisladores del PLD y del PRD, un aliado que resultó natural y no forzado. La política hizo el trabajo. Del acuerdo de 15 puntos en el PLD, después reducido a 14, de manera innegable e incuestionable se cumplieron dos. La reelección del Presidente y de casi todos los senadores y diputados. Incluyendo en el caso a los perredeístas. Al menos la postulación. ¿Por qué no se piensa que ahora sucede igual, que existe un acuerdo que no fue anunciado públicamente, ni firmado con testigos, pero que resulta tácito o sobreentendido? Ese afán de satanizar situaciones no debe confundir. El propósito es impedir que la política fluya, que la democracia funcione y el chantaje sea arma de destrucción masiva. Fernández y Abinader pueden entenderse sin ni siquiera verse en el avión, pero Medina y Mejía no, aun cuando se la gozaron en Santiago. Se había dicho que el gobierno compró la Cámara de Diputados, y se comprueba que no, pues se supone que al saberse en minoría, huyó por la izquierda. Aunque en connivencia con su aliado de ocasión…

LO QUE PUDO SER.- Las fotos de Hipólito Mejía con Danilo Medina son todo risa, una chercha de ocasión, y en ninguna se les ve serios y en un aparte. Sin embargo, dicen los manuales que hablaron bajo cuerda, y que uno al otro, o el otro al uno, tocó del tema de la Ley de Partidos, o el punto de las primarias abiertas. Y no es que acordaran “joder a Leonelito” o “ponérsela en China a Luisito”, pero las coincidencias se dan solas y los interese se imponen. Además, la historia está ahí, y no tiene sentido negarla. Mejía está con las primarias abiertas, y lo ha dicho, y lo ha repetido, sin que fuera una inteligencia con Medina. Las primarias abiertas provocaron confrontación entre peledeístas desde tiempo atrás, pero como relaté, la iniciativa en ocasión de los proyectos de ley de Partidos y Electoral, fue del PRD Mayoritario, después partido Moderno, y no un capricho de Mejía. En la primera observación a la propuesta de la Junta Central Electoral, estuvo el punto ahora conflictivo de la consulta abierta. Y entonces hubo consenso. Ahora fue imposición, y la reacción de Mejía es tan válida como la de Luis Abinader que aprueba las cerradas de Leonel Fernández creyendo que este sería un candidato más frágil y que podía ganarle unas elecciones, como señalan sus encuestas. No está en riesgo la democracia, como se dice, sino candidaturas

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