Orlando Gil
orlandogil@claro.net.do/Tomado de Listin Diario
EL SACARSE EN CARA.- Hablé de Luis Abinader y del PRM ayer porque Hipólito Mejía hizo su tarea en la ocasión anterior. No solo visitó a los entonces encarcelados, sino que se dirigió al país y dio cuenta de las relaciones de su administración con Odebrecht. Dijo entonces que era un show, y posiblemente siga creyendo lo mismo. Ya no está César Sánchez, pero sí Andrés Bautista y Roberto Rodríguez (funcionario de su gobierno y amigo entrañable), y también Jesús -Chu- Vásquez.
En todo caso conviene advertir que la confrontación entre partidos, dirigentes y regímenes es riesgosa por muchas razones. Lo del financiamiento de campaña que fue obviado por el procurador Jean Alain Rodríguez, aunque fue inquietud de la sociedad civil, es una de esas teclas que no debieran tocarse. No debe olvidarse que la filosofía Odebrecht, según expusiera su fundador, era dar a todos sin excepción. No discriminar y ganarse a los candidatos sin importar los partidos cuyas boletas encabezaran. Si se dijera lo que dieron a Fulano, podría salir a relucir lo que recibió Zutano, y a Mengano no lo dejarían fuera. Políticamente esa denuncia o acusación no hace bien a nadie, pues al que no le llegaron los recursos de manera directa, sí a través de un cercano. Muchas leyendas urbanas circulan desde entonces, y los dimes y diretes serían boxeadores sobre el cuadrilátero, sin saberse por anticipado cuál caería primero a la lona.
AHORA SE SABRÁ.- Lo importante es que se hicieron los sometimientos de manera formal y ahora se irá a juicio de fondo, y así como la Procuraduría tuvo tiempo para preparar su expediente, los acusados igual para organizar su defensa. Se dirá que faltaban los detalles, pero cada cual sabe lo que hizo y lo que no hizo, y además por dónde podía venir Jean Alain Rodríguez. Los papeles ya están en la calle y pueden empezar a defenderse. Los trailers tienen doble beneficio. Promueven la película por un lado y por el otro dejan entrever de qué se trata. Incluso hay un punto a tener en cuenta. La verdad no está por el momento en las 1,711 piezas que sustentan el expediente, sino en lo oral, público y contradictorio del juicio. Los fiscales dirán y los abogados replicarán, y entre unos y otros los acusados redundarán. En las aclaraciones se conocerá un material que no contiene la acusación, y que será un bonus que la opinión pública agradecerá. Hay un dinero que es poco, casi chele, como el gobernador mexicano que admitió que robaba, pero chin. Pero hay otro dinero que es mucho, y ese mucho de seguro fue compartido. Se tratará de buscar el dinero de la política, y podría ser fácil, al hallarse a flor de tierra, pero también difícil, al disimularse de muchas maneras.
CAMPAóA AL MEDIO.- El juicio de Odebrecht, y es una circunstancia interesante, tendrá lugar en medio de una campaña electoral, adelantada como lucha interna por candidatura, pero en realidad lucha por el poder. Leonel Fernández, al sentirse puntero da la tónica, y el domingo recorrió barrios y el lunes publicó en el Listín Diario. Una cosa tiene que ver con la otra, aunque se crea que no. Entre sus escuderos estuvo el presidente de la Cámara de Diputados y el tema de su columna fueron las primarias. Rubén Maldonado sería una especie de arma de reglamento y Fernández quiso que se le viera junto en un momento crucial, pues sabe que en política importa mucho lo simbólico. La actual cruzada seguirá candente, y adentro y afuera, y ya se alcanza a ver que lo de afuera vale igual que lo de adentro. Hipólito Mejía dice estar atento a la Asamblea de Delegados del jueves, pero salió ayer a la calle y fue a un medio de prensa y lo hizo con el fin de mantener vivo el pleito. El pleito del vivo y del muerto. Lo de “vivito y coleando” fue respondido con lo de “vivo que hieden a muerto”. Y no es que a Mejía le gusta un can, es que a Mejía le favorece el can. Después de una pesada Semana Santa a los dos le convenía un Domingo de Resurrección. Nunca debe perderse de vista que son dos ex o que hay desquites pendientes.
TAMBIÉN A ELLOS.- Pero no solo a Hipólito Mejía, también a los compañeros de partido que buscan la candidatura y que usan uniforme de gobierno. Reinaldo Pared hace sus cositas por aquí o por allí, igual Carlos Amarante, hombre de tribuna, y Francisco Domínguez todavía no recorre kilómetros. Para unos, para otros, para todos Leonel Fernández hizo la demostración del pasado domingo en tres barrios de la capital. Una semicaravana que quiso se creyera improvisada y que la gente lo aclamó de manera espontánea. Un truco que se permite en política. La actividad fue buena, pero fue buena porque fue organizada. Solo así se explica que los convocados, que los concurrentes exhibieran material de propaganda. No hubo una primicia, aun cuando la prensa acudió en tropel, pues todo se redujo a una noticia en movimiento. Aunque sí se le preguntó “¿Y Odebrecht pa’ cuándo?”, y a lo cual respondió con una ingenuidad afortunada que no era juez. Lo cual era y es cierto, pero como tema del día era justo u oportuno abundar. ¿Puede llevarse adelante la actual campaña electoral, dentro o fuera de los partidos, sin que los aspirantes se refieran a los sometimientos y juicio Odebrecht? Los reporteros tienen la palabra...