martes, 31 de julio de 2018

ES DIFICIL ENTENDERLA! Labor de Edesur, entre salidas plantas generadores, mantenimientos obligatorios, trabajos de redes eléctricas, servicio de energía a la población, altos costos de gestión y dificultades para cobrar en las comunidades, viviendo entre protestas permanentes

ES DIFICIL ENTENDERLA...
Por Mayobanex De Jesús Laurens...Estilo Bloguero/Twittero
Labor de Edesur, entre salidas plantas generadores, mantenimientos obligatorios, trabajos de redes eléctricas, servicio de energía a la población, altos costos de gestión y dificultades para cobrar en las comunidades, viviendo entre protestas permanentes.

Es la realidad de la Empresa Distribuidora de Electricidad del Sur (EDESUR), sobre todo en la caliente región Enriquillo, con la más larga extensión de terreno y las terribles condiciones de las redes eléctricas, que provocan altas perdidas de energía.


Por un lado está la realidad de la frecuencia de las salidas de las plantas de las empresas generadoras de energía, que suplen electricidad a Edesur, lo que obliga a reducir las horas de servicio energético a la población, convirtiéndose para esta época de verano en un detonante de protestas en las comunidades afectadas con los apagones.

Lo mismo sucede cuando la Empresa de Transmisión Eléctrica (ETED) confronta problemas, provocando que los circuitos eléctricos de Edesur se vean afectados, traduciéndose en tediosos apagones que irritan a la población.

Pero una empresa en marcha, con un plan estratégico de gestión aprobado, tiene toda una tarea por delante con el mantenimiento de redes, mejoras, cambios de postes y otras formas operativas en terreno, debiéndose suspender el servicio por varias horas, que aunque se informa por varios medios nacionales, la población nunca entiende, menos en verano, lo que conlleva también a protestas diversas.

Otra realidad que tiene Edesur es su alto costo operativo y de gestión, pues opera con un alto déficit económico, que debe ser cubierto por el Gobierno, lo que dificulta que se puedan comprar los materiales eléctricos necesarios para garantizar un buen servicio de energía a la población, a lo que se suman las constantes demandas y sentencias en su contra, que deben pagar a los usuarios del servicio.

Pero si algo agrava más la situación, es la dificultad para cobrar el servicio suministrado a las comunidades, en donde hay lugares que imposibilitan el cobro de la luz, muy a pesar de recibir el suministro eléctrico aún precario, lo que se traduce en pérdidas para esa empresa, afectando su ciclo operativo.

Muchas veces imposibilitados, otras por incumplimientos reales, y hasta por decisiones de unos “ilustrados de alto nivel gerencial”, que deciden no dar cumplimiento a los acuerdos de horas de servicio en las comunidades, dando motivos para las odiosas protestas, que afectan a la población y producen pérdidas a todos los que se ven afectados.

Lo cierto es que EDESUR es una empresa altamente incomprendida. Con razones o no, muchos usuarios odian a esa entidad energética, pues cuando no son los apagones, es el alto costo de la facturación, la dilación para atender un servicio solicitado o la percepción negativa generalizada, que se expresa de ciudadano a ciudadano.

Ellos han estado preocupados por “Una Nueva Edesur”, realizando encuentros con los medios, una permanencia en las redes sociales para brindar soluciones inmediatas, mejoras en las redes eléctricas, mantenimientos frecuentes, buscando además honrar los compromisos comunitarios, y metidos de lleno en acciones sociales en los municipios y distritos donde operan. Y seguirán adelante, a pesar del lastre negativo a que se han venido y siguen enfrentándose a diario.

Lo cierto es que los servicios de telecable y de teléfonos, por más que fallen a la población, “se pagan de forma religiosa”, y son menos importantes y necesarios que el servicio energético. Pero el odio es contra Edesur, por más que se esfuercen ellos en mejorar.