Por Mayobanex De Jesús Laurens…Estilo Bloguero/Twittero
Miguel Vargas Maldonado, presidente del Partido Revolucionario Dominicano (PRD), está inmerso en la reorganización de las estructuras dirigenciales de esa organización política a nivel nacional, con la mira puesta en los plazos fatales de la Junta Central Electoral (JCE), ante una Ley 33-18 de Partidos, Agrupaciones y Movimientos Políticos, que obligan a actuar con rapidez y cautela en la ruta hacia las Primarias Abiertas del 6 de octubre del presente año.
A lo interno del partido blanco se mueven corrientes que buscan que esa entidad partidaria asista sola a las elecciones del 2020; otras se expresan en dirección a una posible alianza con el Partido Revolucionario Moderno (PRM); en tanto que una gran mayoría apoyaría una nueva alianza electoral con el Partido de la Liberación Dominicana (PLD).
En cualquiera de los escenarios descritos, el partido del “jacho prendío” deberá llevar propuestas de candidaturas a los distintos puestos electivos. Eso no está en discusión.
Si la alianza girara en torno a los perremeístas, la alta dirección política que encabeza Vargas Maldonado presentará su pliego de candidaturas a discutir como parte del acuerdo electoral. Lo mismo sucedería si la alianza se diera nuevamente con el partido oficialista.
En el caso de Barahona, en cualesquiera de los sentidos en que la dirigencia perredeísta mueva las fichas, propondrán un pliego de candidaturas congresuales y municipales que abarcaría varios municipios y distritos de esta provincia, sobre todo el común cabecera. Esa es la otra realidad que no está en discusión.
Si la alianza girara en torno al PLD, es indiscutible que el PRD optaría por las mismas posiciones obtenidas en el acuerdo anterior, salvo cambios ascendentes y descendentes que puedan negociarse.
La alta dirección del partido morado no va a poner en juego el fraccionamiento de esa alianza por posiciones electivas, cuando lo realmente importante para ellos es el Gobierno y el Congreso, con la conquista de alcaldías en los grandes municipios del país.
Visto el anterior análisis, de transarse un nuevo convenio electoral PLD-PRD, no cabe la menor duda de que les serán cedidas las candidaturas que fueron pactadas para las elecciones del 2016, a menos que los blancos decidan como estrategia cambiar algunas buscando consenso y avenencias.
Los perredeístas sabrían a quiénes presentar como candidatos dentro del cuadro de las candidaturas que puedan se cedidas en la posible alianza con el partido gobernante, respecto a las posiciones de alcaldías, juntas distritales y diputados.
Pero sí una cosa está más que clara. El PRD irá en alianza con otras fuerzas políticas para las elecciones del año venidero. Las posibilidades de que sean con el PLD son muy altas. De ser así, tendrían de nuevo varias candidaturas reservadas para ellos en todo el país.