Tomado de Diario Libre
Los ciudadanos de a pie no se enteraron del banderazo, aun cuando llenan todos los locales y se manifiestan por los alrededores.
Los políticos tampoco, pero salieron en estampida y difícilmente se impongan o acepten régimen de calle hasta mayo del año que viene.
Las encuestas llevan retraso y todavía no registran el fenómeno, y tal vez a partir de ahora no sean tan frecuentes y anónimas con la disposición de ley que la Junta aplicará.
Las firmas establecidas no tendrán problemas, pero si las carabelitas que antes eran como la verdolaga, que se da silvestre, y ahora se irán con el desyerbo. Aunque extraña el ánimo manso de las encuestadoras que no protestaran la medida cuando proyecto, que no denunciaran la ley al aprobarse y que no llevaran el caso al Constitucional ahora que entró en vigencia.
Lo primero será dar las generales, y se supone que no habrá dificultad, aunque la DGII acecha. Lo segundo será someterse a las reglas y apropiarse del nuevo orden.
Lo tercero será el temperamento de la Junta, de si con manopla o guante de seda. Ojalá no se pase de drástica y permita salero en la mesa.
Discutir porcentajes es la sal de la campaña.
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