Por: Mayobanex De Jesús Laurens
Barahona, R.D. (Publicado en medios nacionales el 10-06-2008)
Remozamiento de las áreas administrativas, con nuevas edificaciones de talleres y oficinas de campo en la zona cañera. Construcción y equipamiento de un dispensario médico en Batey Seis. Reinstalación de nuevas calderas que protegen el medio ambiente.
Recuperación de las vías ferroviarias. Utilización de maquinarias y equipos de última generación, basados en alta tecnología, para el cultivo y corte de la caña. Sistema administrativo totalmente computarizado, con empleados calificados al más alto nivel.
Personal obrero y administrativo bien remunerados, los cuales gozan de todos los beneficios que les proveen nuestro código de trabajo vigente y el sistema de seguridad social, con un programa continuo de capacitación profesional de sus recursos humanos.
Aportes a las comunidades enclavadas en la zona cañera, que van desde contribuciones en obras de bien social, así como donativos para sus actividades festivas y patrias, que celebran cada año. A esto se une la participación de la empresa en las distintas celebraciones que organizan entidades de la sociedad civil y que les solicitan su contribución, la cual se hace efectiva de inmediato.
Nos referimos al Consorcio Azucarero Central (CAC), entidad que surge producto del proceso de capitalización, dado mediante la ley 141-97, emprendida en el período de gobierno 1996-2000, del presidente Leonel Fernández, el 14 de septiembre de 1999.
Desde ese entonces, el otrora Ingenio Barahona, pasó de inmediato de ser una entidad parasitaria y un cementerio de chatarras, totalmente improductivo e inoperante, a convertirse en una empresa importante, que contribuye con la producción y exportaciones nacionales, y un generador de divisas para el Estado dominicano.
Con el arrendamiento del Ingenio Barahona, pasando a manos de inversionistas franceses, quienes comenzaron el proceso de remozamiento de las oficinas administrativas y el equipamiento con maquinarias y equipos de producción en general, se inicia la recuperación de la industria azucarera en la zona.
La estancia de estos inversionistas fue efímera y los derechos del contrato de arrendamiento pasaron a manos de accionistas dominicanos, quienes luego traspasaron casi la totalidad de las acciones a inversionistas guatemaltecos a mediados del 2001.
A partir del 2001 hasta la fecha, la presente administración del CAC ha tenido una activa participación en el proceso de producción, logrando la recuperación de las zafras azucareras, que desde el 2002 hasta el 2007, con las actuales autoridades, han producido unos 2,487,808 toneladas de caña molidas y 174,671 toneladas de azúcar generada.
En el Consorcio Azucarero Central trabajan miles de personas, entre obreros picadores de caña, personal técnico y administrativo, comprendidos en las áreas geográficas de tres provincias (Barahona, Bahoruco e Independencia). En el año 2005 se incluyó dentro de las hectáreas de la zona cañera al proyecto Fénix-Angostura, con un espacio de 201 hectáreas, siendo a partir del 2006 que comienzan los trabajos de siembra y cultivo de caña en esa área.
Según han manifestado sus ejecutivos, en tiempos de zafra, el Consorcio Azucarero Central emplea a más de 3,500 personas, y paga a sus obreros, empleados y técnicos más de 20 millones de pesos cada quince días, lo que dinamiza fuertemente la economía de las comunidades de las provincias enclavadas en la zona cañera.
Como una valiosa alternativa para hacer contribuciones y obras de bien social a las comunidades del suroeste, las autoridades del CAC han creado la Fundación Central Barahona, a través de la cual se está ayudando con la mejora del entorno socio-ambiental y laboral de los bateyes. Se han construido escuelas, reparaciones de aulas y puesta en marcha del plan de alfabetización de sus empleados iletrados de fábrica y oficinas.
También la fundación ha invertido en la construcción de canchas para incentivar el deporte, y además está contribuyendo con la salud de los niños de la zona, instalando boticas comunitarias para suplirles los medicamentos a las familias más necesitadas. La construcción del moderno colegio “Jesús, en ti confío”, realizado por el CAC, viene a complementar la gran obra de servicio que está desarrollando esa entidad.
Hay que resaltar la extraordinaria relación que existe entre las instituciones de la sociedad civil de Barahona y los inversionistas y relacionistas públicos del CAC. Por medio de esa dinámica de contactos armoniosos, se ha logrado que esa institución contribuya de forma directa en las diversas actividades culturales, deportivas, de salud y religiosas que se organizan en la zona.
Me llena de satisfacción escribir estas líneas para resaltar la gran labor realizada por los inversionistas y personal de planta del Consorcio Azucarero Central, que han venido a rescatar el orgullo perdido de lo que otrora fuera uno de los ingenios más productivos del país, y el gran empleador de la Región Enriquillo.