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Desde varios municipios y distrito municipales de la República Dominicana se envían notas a los medios de comunicación, en donde aspirantes del Partido de la Liberación Dominicana (PLD) piden al Comité Político (CP) de esa organización partidaria que desistan de alianzas con otros partidos, sobre todo con el Partido Revolucionario Dominicano (PRD), solicitándoles que no cedan candidaturas a los aliados.
En un afán desmedido de intereses personales, en donde lo único que les importa son las aspiraciones de ellos, sin medir las consecuencias de no ir aliados para las elecciones municipales, congresuales y presidenciales en febrero y mayo de 2020, ese grupo habla hasta de rebeldía y amenazas ante posibles alianzas.
Ahora todo el que ostenta una aspiración en el PLD desea por todos los medios que se detenga el proceso de alianzas entre esa organización política, el Bloque Progresista y el PRD, simplemente porque afecta intereses de ellos, no de las mayorías en la organización fundada por Juan Bosch.
En sus notas de prensas dirigidas a los altos dirigentes peledeístas, los aspirantes a cargos congresuales y municipales, hasta hablan de despropósitos, si se ceden candidaturas a los aliados, que choquen con sus interés de “aspiraciones eternas”.
El partido de la bandera morada y la estrella amarrilla se rige en sus estatutos internos por el denominado “centralismo democrático”, en donde las minorías deben acoger las decisiones de mayorías.
Un verdadero peledeísta, máxime si ha sido formado y es fundador del mismo, debe entender sobre Organización y Disciplina, y acogerse a la máxima de que “en el PLD somos soldados, conscientes, valientes y disciplinados”.
El Comité Político es un órgano del Comité Central (CC). Las decisiones sobre las alianzas deberán ser refrendadas por ese último organismo de dirección peledeísta. Los que integran ambas direcciones son dirigentes muy sabios, que saben lo que conviene al PLD en todo momento y se abocan a las decisiones que conduzcan a ganar elecciones.
En el CC y CP, sus dirigentes piensan en ganar las elecciones y mantener al PLD en el poder más allá del 2020. Ellos están más que conscientes que ahora la oposición estará más fortalecida, que el camino es más espinoso y que habrá que obrar con fino tacto para mantener a los aliados para imponerse en febrero y mayo de 2020.
Los llamados malcriados, personalistas, que solo miran por sus intereses, deben entender que el PLD no son ellos y su grupito que los apoya. Es toda una maquinaria de millones de militantes que asumen líneas partidarias del centralismo democrático.