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Vencido el plazo para la entrega del informe de los ingresos y egresos de la precampaña de los precandidatos a la Junta Central Electoral (JCE), el morbo periodístico estará interesado en buscar los cuadres de las partidas, los donantes y ver si realmente se utilizaron recursos del Estado.
Como se puede ver en cada uno de los informes de los precandidatos, el monto recaudado ha sido mayor que los valores gastados, teniendo todos sobrantes en las recaudaciones versus los egresos.
Pero quiero analizar el impacto económico de esos informes. Dado que los ingresos provinieron de aportes y donaciones de empresarios, comerciantes, personalidades e instituciones, desde el punto de vista del dinamismo comercial se ha producido un efecto muy positivo para la economía.
Dinero que estaba de una u otra manera estático, pasó a ingresar a las finanzas de los precandidatos, desde donde se dispuso cubrir los gastos de las distintas actividades proselitistas que han estado encabezando.
Los ingresos se han invertido en: publicidad radial, televisiva, escrita y gráfica; combustible para el transporte de las actividades, dietas a participante, hospedajes de hoteles, alquileres de vehículos, pagos de salones en donde se realizan los encuentros, gorras, franelas, entre otros rubros.
Con cada inversión que se realizó se benefició directamente al comercio y a personas. La dinámica de ese movimiento económico disparó las ventas en muchas áreas diversas, con lo que esas entidades deberán reportar más ingresos y mayores cargas impositivas para el Estado.
Como se puede colegir, lo que ha ocurrido con los ingresos y egresos de la precampaña ha sido altamente positivo, pues arrancó dinero a gente y entidades que los tenían cautivos, y se puso a circular, generando un buen movimiento económico.
Siendo así, que viva la precampaña…y después la campaña por las candidaturas presidencial, congresuales y municipales. Dejar la hipocresía con la crítica sin sentido.