Orlando Gil/Tomado de Listin Diario
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La situación más importante y pendiente desde el año pasado y que deberá resolverse a principio o mediado de este mes, es la del transfuguismo.
Dicen que justicia tardía es justicia denegada, y la verdad que en el caso no se sabría dónde la justicia o a favor de quién, pues la cuestión tiene doble cabeza. Una buena y otra mala.
El Tribunal Constitucional aparenta tener miedo al trance, pues sus integrantes viven en el país y se enteran de los escarceos que se originan alrededor del tema. No es que haya u ocasione crispación, pero inquieta, y sobre todo intriga, pues la decisión afectará el orden electoral, sea que apruebe o rechace la demanda.
Tiene dos casos que deberán ser los primeros en solventar: el de una candidata a regidora y de un aspirante a diputado, ambos derrotados en las primarias del PLD. Quieren la eliminación de los artículos de su desgracia.
El PLD interviene como parte voluntaria pidiendo que se mantenga la constitucionalidad de las normas y el transfuguismo como infracción.
Aunque la dificultad no estaría en los recurrentes, de categoría política inferior, aunque en su legítimo derecho, sino en la causa de Leonel Fernández puesta en trance de manera indirecta.
Una especie de triangulización.
Si solo estuvieran de por medio diputado y regidora fallidos, hace tiempo que el TC hubiera dispuesto lo que determina la Constitución o infiera su jurisprudencia. Con Fernández deben no solo cubrir el fondo, sino la forma, pues el temperamento del candidato o de su sector La Fuerza del Pueblo es de acoso y derribo.
El orden político-institucional está bajo asedio y no hay dudas de que buscan resquebrajarlo por ambición o capricho, sabiéndose como se sabe que tiene debilidades, pero fortaleza suficiente para mantener estabilidad y asegurar gobernabilidad.
No obstante, conviene hablar claro.
Los magistrados no fueron escogidos, por quien fuera que los escogiera, para mamonear, para dejarse atrapar por las dudas, sino para tomar cual que fuera el toro por los cuernos e hincarlo en tierra.
La entereza obliga, y obliga a que sea pronto.