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Entre analistas políticos, dirigentes partidarios, la denominada opinión pública y el común de la gente, comenta y escribe exponiendo diversas causas de la derrota electoral del Partido de la Liberación Dominicana (PLD) y el triunfo contundente del Partido Revolucionario Moderno (PRM).
Tantas teorías de múltiples párrafos, aburren leerlos, para simplificar lo que realmente se acumuló y resultó el 5 de julio de 2020 en las elecciones nacionales presidenciales y congresuales.
División interna del PLD...
“Divide y vencerás”, máxima atribuidas al gobernante romano Julio Cesar, y al emperador francés Napoleón Bonaparte, las cuales han sido recogidas por escritores clásicos en sus obras, incluido Nicolás Maquiavelo.
Tras la salida de Leonel Fernández del partido morado, llevándose consigo una buena cantidad de dirigentes, para conformar posteriormente la hoy denominada Fuerza del Pueblo (FP), de inmediato se comenzó a formar en la mente de los ciudadanos electores la percepción de una entidad partidaria dividida y sin posibilidades de poder volver a imponerse en las venideras elecciones.
El porcentaje de más del 8% obtenido por Fernández, y menos del 5% logrado por la FP, no reflejan lo ocurrido con el trasiego de votantes que antes simpatizaban por el PLD y el ex mandatario, pero que al final decidieron sufragar por Luís Abinader y el PRM.
Desgaste del Gobierno en el poder…
Los gobiernos peledeístas contribuyeron, sin dudas, a modernizar el país; una verdadera transformación que se refleja en todas las provincias de la República Dominicana y sus instituciones. Pero desde el 2004 al 2020 gobernando es mucho tiempo, y se fueron acumulando situaciones negativas que hicieron explosión, causando indignación en la población, decidiendo los ciudadanos por mayoría un voto opositor para salir del PLD. De eso se trató “el cambio”y “se van”.
Oposición nucleada en un solo candidato…
Tras haber obtenido un 35% en los comicios del 2016, Luís abinader Corona quedaba habilitado para tener un rol de primer orden en las elecciones presidenciales y congresuales, conjugando a su favor las situaciones que hemos descrito con la división del liderazgo del partido oficialista y el desgaste de cuatro períodos gobernando, más “errores fundamentales” que se sumaron a esa causa.
El PRM supo capitalizar los fenómenos que se suscitaron en el devenir político, tuvieron excelentes asesores de campaña, contaron con muy buen candidato, estructuras dirigenciales provinciales que estuvieron a las alturas, y una correcta selección de candidaturas municipales y congresuales, con muchas caras nuevas.
Conclusiones finales…
No se trató de mal gobierno, pues la gestión de Danilo Medina Sánchez fue excelente en todos los órdenes. Tampoco la escogencia del candidato presidencial Gonzalo Castillo Terrero, quien sorprendió con una campaña intensa y muy bien llevada, que mantuvo al PLD en las calles como opción de competencia hasta el último momento.
La derrota del partido gobernante fue sencillamente de factores acumulados: división de su liderazgo, desgaste en el poder y la capitalización de errores por parte de la oposición, que se nucleó en un solo candidato, manejado de forma correcta hasta el último día de la campaña.