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Ya antes lo había anunciado Roberto Fulcar, recién designado ministro del Ministerio de Educación de la republica Dominicana (MINERD), confirmándolo el presidente Luís Abinader Corona, en su discurso ante la Asamblea nacional.
Ambos se refirieron a la educación a distancia, utilizando la Internet, la radio y la televisión, con la entrega de laptops y tablets a los estudiantes, proceso que se venía ejecutando desde el anterior gobierno, pero que la pandemia del coronavirus ahora obliga a ponerla en práctica total en todos los centros educativos del país en el próximo año escolar.
La intención es loable. El entusiasmo de las nuevas autoridades es sumamente motivador y hasta esperanzador. Pero esas motivaciones del presidente Abinader Corona y de Fulcar encuentran a un magisterio con debilidades de formación, situaciones inadaptables, complejidades con la señal del internet y otros inconvenientes que se suman en el camino.
Debemos todos apostar a que la educación a distancia, en las modalidades expuestas, sea todo un éxito, pero para eso el MINERD debe crear todas las condiciones que conduzcan a esa vía, incluido acuerdo con la Asociación Dominicana de Profesores (ADP).