El 19 de noviembre se celebra el Día Internacional del Hombre y este mes ha sido decla rado como el Mes de Concienciación sobre la Salud Masculina, con la intensión de generar hábitos más saludables, de motivar la atención oportuna y la prevención de las enfermedades que aquejan a los hombres, enfatizándose el cáncer de próstata y el cáncer de testículo.
La salud de
los hombres ha cobrado mayor relieve a raíz de evidencias mostradas por
organismos internacionales como la OPS/OMS, sobre las tendencias a la
mortalidad prematura de los hombres por enfermedades no transmisibles (ENT) que
son muy prevenibles y su hospitalización relacionada a comportamientos inadecuados
en lo que respecta a la búsqueda de atención médica.
La
Organización Mundial de la Salud estima que más de 600 mil hombres morirán por
cáncer de testículo durante el próximo año. Además, uno de cada siete,
enfrentará cáncer de próstata en algún momento de su vida, siendo una
preocupación que los hombres acuden al médico cuando ya presentan el
padecimiento y, usualmente, en etapas tardías.
El cáncer
testicular es el cáncer más común en varones de entre 15 y 45 años y aunque se
desconocen sus causas, existen factores que pueden aumentar el riesgo de
padecerlo, como tener familiares que hayan sufrido la enfermedad, la
criptorquidia (descenso incompleto de uno o ambos testículos) o haberlo
padecido anteriormente, negándose la conexión con lesiones de testículos,
desgarros musculares, baños calientes o el uso de ropa ajustada.
Mientras que
el cáncer de próstata, el segundo más común entre los hombres de todo el mundo,
al que se asocian como principales factores de riesgo la edad (mayores de 50
años y de 40 años si tiene antecedentes familiar), el tabaquismo, la obesidad,
la historia familiar y la etnia, presentando mayor incidencia entre
afrodescendientes, a diferencia de cáncer de próstata que afecta más a hombres
blancos.
En el caso
del cáncer de testículo, con más frecuencia se tiende a buscar la atención
médica porque los signos y síntomas suelen ser más visibles e incómodos, como
son bulto o agrandamiento en cualquiera de los testículos, sensación de pesadez
en el escroto, dolor en el abdomen o en la ingle, acumulación repentina de
líquido en el escroto, dolor o molestia en un testículo o en el escroto,
agrandamiento o sensibilidad en las mamas y dolor de espalda.
Un 50 % de
los hombres entre 50 y 60 años de edad desconoce los síntomas de cáncer de
próstata, y no sabe que es la próstata ni cómo funciona, esto sumado a que
rehúye a hacerse chequeos de este órgano glandular periódicamente, obstaculiza
las posibilidades de prevenir o detectar sus signos iniciales y oportunamente.
Las
principales formas de diagnosticar el cáncer de próstata son a través del
examen de tacto rectal, mediante el cual el médico detecta si esta tiene un
crecimiento o forma irregular, el PSA, un análisis en sangre sirve para medir
los niveles de una proteína que produce la próstata y los estudios por imagen
(el ultrasonido y la resonancia magnética) que permiten valorar el tamaño real
de la próstata, detectar nódulos malignos no palpables y son un aliado para la
toma de biopsia.
Los expertos
recomiendan prestar atención a síntomas como chorro débil o interrumpido al
orinar, sensación de no saber si la vejiga está vacía, ganas repentinas de
orinar con urgencia, despertarse varias veces en la noche para orinar, aun
cuando algunas de estas molestias sean leves.
Fuentes:
https://www.mayoclinic.org/es-es, https://www.paho.org/, OPS/OMS, https://nacionfarma.com/
LA AUTORA ES
PERIODISTA
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