Santo Domingo, RD/Tomado de Listin Diario
Sentados en los bancos del Parque Colón en la Ciudad Colonial, donde acudieron
palomitas blancas, tortolillas y demás avecillas del cielo, y que finalmente,
comparecieron y se posaron bulliciosas, estaban algunos dominicanos
compartiendo con sus familias en el Día de la Virgen de La Altagracia.
La tarde, donde los rayos del sol
nublaban la vista, no evitó que turistas y ciudadanos recorrieran la calle El
Conde y reposaran en el Parque Colón para disfrutar de los restaurantes de
comida, el merengue, las cafeterías, el paseo en tren, las bicicletas y las
demás atracciones.
Entre murmullo y la música,
algunos se echaban cuentos. Había decenas de personas, los niños jugando a
atrapar las palomas, los viajeros aprovechaban para comprar algunas prendas
artesanales y los vendedores ambulantes “picaban algo”.
Por las paredes de la Basílica Menor
de Santa María de la Encarnación, una quinceañera y una recién graduada se
realizaban una sesión fotográfica.
El parque lucía como si no
habiese coronavirus, pero las mascarillas lo delataban. Se mostraban adaptados
a la nueva modalidad.
En un recorrido se observó cómo
la calle Palo Hincado, una vía que siempre luce abarrotada de vehículos de
transporte, estaba mortecina.
En la entrada de El Conde no
había gente más que en la cafetería de la esquina y el Parque Independencia
estaba cerrado.
El lugar donde decidieron pasar
la tarde fue en los restaurantes del Parque Colon.
A una distancia considerable, se
escuchaban unos cantos típicos donde resonaban el sonido de un tambor, una
güira y un acordeón bien armónico.
Se hacía presente la tradición
dominicana dentro del área turística. Los mini bares, los cafés y los
restaurantes albergaban a decenas de personas.
Tanto los restaurantes ubicados
en el Parque Colón, pero también los que están entre la calle Isabel La
Católica y calle Las Damas estaban saturados.
Avenida Venezuela
Sin mascarillas, unos al lado del
otro mientras el humo de la hookah se esparce mesa tras mesa, estaban grupos de
personas pasadas las 5:00 de la tarde (hora del toque de queda) en centros de
diversión en la avenida Venezuela, del ensanche Ozama.
No había ningún distanciamiento y
los centros de recreación violaban la norma por estar abiertos.
En el feriado por Día de La
Altagracia se observó que los negocios cerraron después de la hora establecida
por el Gobierno.