El Martes Santo continúa con las celebraciones de la Semana Santa cristiana, que conforme va acercándose los días de los principales cultos (Jueves y Viernes Santo) siguen su reflexión acerca de diversos pasajes de la Pasión, Muerte y Resurrección de Jesús de Nazaret. Son días propicios para la reflexión profunda en los que la Iglesia nos invita como en una “última llamada” a acercarnos al sacramento de la confesión con el fin de estar preparados para vivir la Vigilia Pascual y el gran acontecimiento de la Pascua. El cristiano debe estar en gracia de Dios para participar con toda la Iglesia del gran banquete de la Eucaristía en la Misa más importante del año.
1 Liturgia de Martes Santo
2 Celebración del Martes Santo
2.1 Procesiones declaradas de
Interés Turístico Internacional
2.2 Otras procesiones de Martes
Santo en España
2.3 Martes Santo en Guatemala
3 Véase también
4 Referencias
5 Enlaces externos
Liturgia de Martes Santo
En el Evangelio del Martes Santo,
Jesús anticipa a sus discípulos la traición de Judas y las Negaciones de San
Pedro. El texto es de San Juan:
En aquel tiempo, Jesús,
profundamente, dijo:
-«Os aseguro que uno de vosotros me
va a entregar».
Los discípulos se miraron unos a
otros perplejos, por no saber de quién lo decía. Uno de ellos, el que Jesús
tanto amaba, estaba reclinado a la mesa junto a su pecho. Simón Pedro le hizo
señas para que averiguase por quién lo decía. Entonces él, apoyándose en el
pecho de Jesús, le preguntó:
-«Señor, ¿quién es?».
Le contestó Jesús:
-«Aquel a quien yo le dé este trozo
de pan untado».
Y untando el pan, se lo dio a Judas,
hijo de Simón el Iscariote. Detrás del pan, entró en él Satanás. Entonces Jesús
le dijo:
-«Lo que tienes que hacer hazlo en
seguida».
Ninguno de los comensales entendió a
qué se refería. Como Judas guardaba la bolsa, algunos suponían que Jesús le
encargaba comprar lo necesario para la fiesta o dar algo a los pobres. Judas,
después de tomar el pan, salió inmediatamente. Era de noche. Cuando salió, dijo
Jesús:
-«Ahora es glorificado el Hijo del
hombre, y Dios es glorificado en él. Si Dios es glorificado en él, también Dios
lo glorificará en sí mismo: pronto lo glorificará. Hijos míos, me queda poco de
estar con vosotros. Me buscaréis, pero lo que dije a los judíos os lo digo
ahora a vosotros: Donde yo voy, vosotros no podéis ir».
Simón Pedro le dijo:
-«Señor, ¿a dónde vas?»
Jesús le respondió:
-«Adonde yo voy no me puedes
acompañar ahora, me acompañarás más tarde».
Pedro replicó:
-«Señor, ¿por qué no puedo acompañarte
ahora? Daré mi vida por ti».
Jesús le contestó:
-«¿Con que darás tu vida por mí? Te
aseguro que no cantará el gallo antes que me hayas negado tres veces».do
por Diario Digital Barahona
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