El Banco Mundial pronostica que la nación dominicana crecerá 5.5 % en 2021 y se colocará parejo con Chile en esa materia.
Según las estimaciones del
organismo, solo Guyana, Panamá, Perú y Argentina con tasas respectivas de 20.9,
9.9, 8.1 y 6.4% quedarían por encima del crecimiento dominicano. Las
proyecciones sitúan el crecimiento dominicano por encima de economías referentes
en la región como Colombia y México.
En un informe presentado en
Washington el BM indica que América Latina y el Caribe (ALC) sufrió más daños a
la salud y la economía a causa de la pandemia de Covid-19 que cualquier otra
región, pero a medida que la región comienza a repuntar se abre la oportunidad
de llevar a cabo una transformación en sectores clave.
“Debido a la pandemia, el
Producto Interno Bruto (PIB) en la región de América Latina y el Caribe
(excepto Venezuela) cayó un 6.7 % en 2020. Se prevé una vuelta al crecimiento
de 4.4 % para 2021. En comparación con las proyecciones del banco a fines de
2020 de una caída de 7.9 % para el 2020 y una expansión del PIB en un 4.0 %
para el 2021”, dice el organismo.
Aseguró que la enorme
conmoción causada por la pandemia podría sentar las bases para una mayor
productividad mediante la reestructuración económica y la digitalización.
“También surgen otras oportunidades a partir de innovaciones en el sector
eléctrico”, de acuerdo al informe semestral del Banco Mundial para ALC, “Volver
a Crecer”.
“El daño es severo y estamos
viendo mucho sufrimiento, en particular entre los más vulnerables”, dijo Carlos
Felipe Jaramillo, vicepresidente del BM para la región de América Latina y el
Caribe. “Pero siempre hay que mirar hacia adelante y aprovechar esta
oportunidad para realizar las transformaciones necesarias que aseguren un
futuro mejor”, aconsejó.
Indicó que la fuerte
contracción causada por la pandemia el año pasado tuvo costos económicos y
sociales enormes. La tasa de desempleo en general aumentó y la pobreza se
disparó, si bien en algunos países el uso masivo de transferencias sociales
hizo mucho para amortiguar el impacto social de la crisis.
El BM advirtió que la crisis
de Covid tendrá impacto a largo plazo sobre las economías de la región. Según
sus conclusiones, es probable que los menores niveles de aprendizaje y de
empleo bajen los ingresos futuros, mientras que el elevado nivel de
endeudamiento público y privado puede causar tensión en el sector financiero y
frenar la recuperación.
“A pesar de estos desafíos,
existen áreas positivas. El comercio internacional de bienes se mantuvo en un
nivel relativamente bueno, a pesar de la fuerte caída en el comercio de
servicios, particularmente turismo. La mayoría de los precios de las materias
primas son más altos que antes de la crisis de Covid-19, en parte gracias a la
pronta recuperación de China. Esto es algo bueno para los exportadores de
productos agropecuarios y mineros. Las remesas hacia la región subieron en
comparación con el período previo a la pandemia, un tema muy importante para
varios países del Caribe y América Central”, dijo el BM.
Recordó que los mercados de
capital permanecieron abiertos para la mayoría de los países de la región. De
hecho, la toma de deuda en el exterior aumentó, ayudando a mitigar el impacto
económico y social de la crisis de Covid-19.
“La mayoría de los países de
la región incurrió en déficits presupuestarios significativos desde comienzos
de la pandemia”, expuso.
ALC tiene la energía más costosa
de todo el mundo
“A medida que las economías
repuntan este año, algunos sectores y empresas ganarán y otros perderán”, dijo
Martín Rama, economista en jefe del BM para la región de América Latina y el
Caribe. “Esta pandemia dio lugar a un proceso de destrucción creativa que puede
resultar en un crecimiento más acelerado pero que también puede agrandar la
desigualdad dentro y entre países de la región”, agregó.
Citó a modo de ejemplo que
los servicios hoteleros y personales pueden sufrir daños a largo plazo, aunque
las tecnologías de la información, las finanzas y la logística se expandirán.
Indicó que a mediano plazo, las ganancias pueden ser mayores que las pérdidas.
“La mayor transformación puede resultar de la digitalización acelerada, que
podría conducir a un mayor dinamismo en la intermediación financiera, el
comercio internacional y los mercados laborales”, apuntó.
Según Rama, la tecnología
supone una oportunidad para transformar el sector energético. Planteó que
América Latina y el Caribe posee la matriz de generación eléctrica más limpia
de todas las regiones en desarrollo, fundamentalmente debido a la abundancia de
energía hidroeléctrica, pero tiene la electricidad más cara del mundo.
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