BARAHONA.- Como un foco de infección, califican comerciantes del viejo mercado las aguas negras que emanan de una destartalada cloaca, el cual se desplaza por una amplia área de la plaza comercial.
Las aguas negras no solo son un
peligro para la salud de los que allí se ganan honradamente el pan familiar,
sino también para las personas que a diario visitan el establecimiento a
comprar productos alimenticios variados, sí como prendas de vestir, entre otras
mercancías expuestas al público.
«Lo que nos molesta a nosotros es la
apatía que muestran las autoridades locales del Instituto Nacional de Aguas
Potables y Alcantarillados (INAPA) en la corrección de este peligro, a las que
en muchas ocasiones hemos puesto en conocimiento el caso», dijo el vendutero
Ángel Espinosa.
Las aguas que salen de una cloaca,
ubicada en la parte alta del mercado bajan por el principal corredor por el que
se desplazan a diario las personas que visitan la plaza a realizar compras y
tras recorrer una ampla área, van a desembocar en una cañada donde se acumulan
y emanan olores fétidos que se diseminan por una amplia zona residencial.
Un epidemiólogo, que pidió el
anonimatico, recomendó a los venduteros, comerciantes y a los ciudadanos qjue
realizan compras en el viejo y destartalado mercado público, desprenderse de
sus zapatos cuando lleguen a sus hogares, desinfectarlos y si no tienen un
producto para esto, lo coloquen en un lugar donde los candentes rayos del sol
les lleguen directamente.
«Le pido a todos que no se olviden
de esto porque como en el mercado caminan por encima de las aguas negras,
pueden llevar en la parte de sus zapatos que toca tierra, virus y bacterias que
pueden contaminar a toda una familia en el hogar», comentó.
Muchos de los productos que se
expenden sobre mesas de madera por debajo de las cuales pasan las aguas negras,
pueden estar contaminados, así como que están en pleno suelo y aceras de la
plaza comercial.
«Este mercado no debe ser llamado
como tal, sino como pocilga, que es su verdadero nombre, debido a la suciedad,
insalubridad, antihigiene y la contaminación que allí impera, peligrosidad que
data de años que nunca fue tomada por autoridades municipales pasadas y mucho
menos por las actuales», coincidieron Luis Aramis y Bartola Cuevas Matos.