Los denominados laboratorios o lugares de fabricación de las bebidas alcohólicas adulteradas (clerén) siempre han existido en República Dominicana. En muchos municipios y distritos municipales hay personas que se dedican a esa práctica ilegal.
Periódicamente, como consecuencia de
alguna sustancia distinta a la que usan tradicionalmente para la fabricación de
esas bebidas, ocurren varias muertes en diversos puntos del país.
Una vez se dan a conocer los casos y
fallecidos, la prensa juega su rol, la noticia se hace viral y las autoridades
de Salud Pública y de la Policía Nacional entran en acción con operativos,
apresando a autores materiales e intelectuales de la peligrosa y mortal
práctica.
Transcurren dos semanas. Los medios
de comunicación le entran a otras noticias en primeras planas, el tema se
olvida y los “tigueres” vuelven a fabricar el denominado “cleren”.
Lo cierto es que si hay demanda,
siempre se buscará la forma de que haya oferta, pues en ese negocio también
impera la Ley de Mercado Capitalista…