Sobre ese tema, Ortiz Bosch habló en el programa El Despertador en entrevista, el 3 de enero de este año. “El 50+1 para las elecciones distorsiona también la democracia y crea corrupción, el más uno, que primero se hizo contra Balaguer, y a lo mejor nosotros también participamos en eso; y para conseguir el uno que hacía falta se hizo un repartimiento, y ese más uno se convirtió en una distorsión, de corrupción de nuestra democracia; si esas cosas no se cambian por lo siguiente, una distancia entre el primero y el segundo, y seguimos premiando al que el pueblo rechaza, sale premiado, porque ese más uno, puede tener cinco votos y sale premiado…”.
Recientemente, el intenso José Francisco Peña Guaba, el hijo mayor del fallecido líder de los perremeístas, José Francisco Peña Gómez, advirtió que al PRM se le haría difícil ganar las elecciones en primera vuelta porque, según él, los números no le alcanzan para el 50+1 en la primera ronda y que sería casi imposible en segunda vuelta.
La estrategia para poner en discusión una reforma constitucional para reducir el porcentaje del 50+1 para ganar la Presidencia, a una distancia de poco más de dos años para las elecciones del 2024, tendría que ser bien afinada.
Esa idea tiene el riesgo político, porque se presta para que los adversarios argumenten que los números no alcanzan para la reelección y hasta resulta más creíble que la versión de la directora de Ética Gubernamental, que plantea como una urgencia cambiar el 50+1 porque genera corrupción.