Fueron expediciones militares que se proponían tomar Jerusalén y recuperar para la cristiandad los lugares sagrados que habían caído en manos de los turcos. Se las llamó así por la cruz que llevaban los guerreros bordada en sus pechos. Se realizaron en total ocho cruzadas entre 1095 y 1291. Las cruzadas también les sirvieron a los caballeros medievales para hacer grandes negocios y transformarse en poderosos mercaderes y banqueros.
¿Cómo fue la primera cruzada?
A fines del año 1000, muchos europeos pensaban que estaba por llegar el «día del juicio final». Temerosos de Dios, verdaderas multitudes de hombres, mujeres y niños respondieron al llamado del papa Urbano II, quien en noviembre de 1095 convocó a los cristianos a liberar Jerusalén. Pero esta primera cruzada, llamada popular, fracasó y la mayoría de sus integrantes fueron masacrados sin poder acercarse a la Tierra Santa.
En 1096 señores francos y normandos forman un poderoso ejército. Sus jefes son Godofredo de Bouillon, duque de Lorena; Roberto, de Flandes; Raimundo, de Tolosa, y Bohemundo, de Sicilia. A esta cruzada se la llamó «señorial». Cuando llegaron a Bizancio, el emperador Alejo Comneno les agradeció su presencia, pero por las dudas les hizo jurar que las tierras conquistadas a los turcos quedarían dentro de su imperio. La campaña fue un éxito y el 15 de julio del 1099 Godofredo conquistó la ciudad.
¿Qué hicieron los cruzados en Tierra Santa?
Implantaron el sistema político-social al que estaban habituados: el feudalismo. Los caballeros se distribuyeron los distintos dominios y crearon nuevos reinos feudales. El más famoso fue el «reino cristiano de Jerusalén». Los comerciantes italianos que habían contribuido con sus naves a la cruzada se vieron recompensados con grandes ventajas comerciales. Pronto el comercio y la ambición de los caballeros fueron reemplazando los fines religiosos iniciales por otros claramente económicos. El notable incremento del comercio alterará la economía mediterránea, a la que se le irán haciendo imprescindibles el azúcar de Siria, las especies, los perfumes y las sedas orientales.
¿Por qué hubo tantas cruzadas?
Porque las expediciones religioso-militares se habían transformado cada vez más en fuentes de poder y riquezas, y porque la ocupación de la zona por los cristianos, ahora vital para Europa, no era muy sólida. Estaban en minoría y rodeados por poderosos ejércitos turcos.
Una de las cruzadas más recordadas fue la tercera, llamada «cruzada de los reyes», de la que participaron el emperador germánico Federico Barbarroja; el rey francés Felipe Augusto y el rey ingles Ricardo Corazón de León. Fue un importante ejemplo de la unidad religiosa de la Europa de entonces (1189), pero no lograron consolidar el poder europeo en la zona.
¿Cómo influyeron los comerciantes italianos en las cruzadas?
Su influencia fue notable, a tal punto que lograron cambiar el objetivo de la cuarta cruzada de 1202. El Papa Inocencio III había llamado a liberar Egipto pero los venecianos convencieron a los cruzados de ocupar Constantinopla y reemplazar al emperador bizantino por un cruzado: Balduino de Flandes, que gobernó como Balduino I, inaugurando una dinastía de 60 años que favoreció los negocios de Venecia en toda esa región.
¿Qué pasó después?
Hubo más cruzadas. La quinta (1217) fue encabezada por Andrés II de Hungría y fue derrotada en Egipto. La sexta (1228) fue encabezada por el emperador germánico Federico II, quien logró acordar una tregua de diez años con los musulmanes pero el Papa no aceptó el acuerdo. Las séptima y octava cruzadas (1248-1270) fueron dirigidas por San Luis, rey de Francia, y terminaron con la derrota de las tropas cristianas y la muerte del propio rey santo.
¿Cuáles fueron las consecuencias de las cruzadas?
Reiniciaron el contacto cultural y comercial entre Oriente y Occidente. Esto colocó en una posición de mucho poder e influencia a las ciudades portuarias y comerciales de Italia, como Génova y Venecia. El poder de la nobleza feudal, fuertemente diezmada en las guerras contra los turcos y debilitada por el auge del comercio, decayó notablemente. La nueva situación fortaleció el poder de los mercaderes y los reyes.
Fuente: www.elhistoriador.com.ar