Claro está que otros muchos aspectos han estado presentes en el ambiente durante meses, reconociendo que se han presentado con menor impacto que los anteriores a que nos estamos refiriendo.
La oposición política, encabezada fundamentalmente por el Partido de la Liberación Dominicana (PLD) y el Partido La Fuerza del Pueblo (FP), han sido los que más han insistido con ataques al gobierno del presidente Abinader y del PRM, basando sus estrategias en los argumentos contra el alto costo de la vida, inseguridad ciudadana, escándalos estatales y la migración ilegal haitiana a territorio dominicano.
Los estrategas del oficialismo, sus asesores nacionales e internacionales, han estado al acecho de los acontecimientos en el día a día del accionar ciudadano y las acciones gubernamentales que provocan ruidos, haciendo las recomendaciones de lugar para corregir de inmediato: “muerto el pero no se corre la rabia”.
Cuando se produce por las redes sociales y medios nacionales de prensa el conocimiento de un escandalo con algún funcionario del gobierno, que se hace viral, el mandatario aplica un decreto, lo destituye y coloca otro en su lugar, volviendo las aguas a su nivel, aunque en el orden judicial todo queda pendiente de ventilación de los hechos en los tribunales.
Cuando la crisis de los precios estuvo golpeando por efectos de la situación postpandemia y la guerra Rusia-Ucrania, los asesores y estrategas del gobierno recomendaron al presidente Abinader el plan de subsidios focalizados a los sectores productivos nacionales, tasa cero a productos importados y se congelaron las variaciones semanales de los precios de los combustibles, evitando con ello pobladas de protestas en las calles.
La inseguridad ciudadana ha venido en aumento constante. A diario se dan situaciones de hechos violentos, atracos, robos, asalto, raptos en varios puntos de la geografía nacional, burlando las medidas policiales, los patrullajes mixtos y los planes de seguridad barrial del Ministerio de Interior y Policía, y la Policía Nacional.
Ante hechos delincuenciales galopantes, incontrolable, que genera impotencia en la población, el mandatario produce declaraciones contundentes, al igual que el ministro de Interior y Policía y el director nacional de la propia Policía Nacional, dando clara señales de enfrentar la delincuencia “a como sea”. De inmediato se le ha estado “dando “pa´bajo” a los malhechores”, con lo que comienza a cambiar un poco la percepción negativa de que nada se está haciendo contra los que delinquen.
El tema haitiano es histórico, de nunca acabar. La mafia imperante en la frontera con Haití hace rica a mucha gente. Los atrapan, los deportan a su país de origen, y en pocos días están de nuevo aquí. Ya no solamente vienen a trabajar en construcciones, hoteles, plantaciones agrícolas, comercios e industrias, también llegan muchos a delinquir, formando asociación de malhechores, que muchas veces hasta se ligan con los propios dominicanos delincuentes.
Los asesores y estrategas del primer mandatario de la nación, a sabiendas que es un tema utilizado por la oposición, han decidido sacarle provecho con declaraciones y medidas populistas, pero que han producido un efecto político a su favor. Abinader ha encendido el discurso nacionalista, ha enfrentado declaraciones de los “gringos”, dando autorización de incrementar las repatriaciones de “los morenos” del vecino país. Han convertido esa fuerte debilidad que tenían en un arma poderosa a su favor.
El actual mandatario y su partido están en reelección. Sus asesores y estrategas trabajan en eso. Están a diario monitoreando las situaciones que generan impopularidad y recomiendan las acciones correctivas para solucionarlas. “Convertir la debilidad en “poder”, es la estrategia que están aplicando, que al parecer les está dando resultados.
Lo anterior envía un claro mensaje a la oposición política. Sus tácticas y estrategias deben ser sobre la base de seguir vapuleando los temas del momento que afectan la cotidianidad de los dominicanos, pero deben basarlas más en investigaciones profundas sobre el accionar del gobierno en el manejo del presupuesto, los aspectos legales de cumplimiento, las promesas de campaña y los incumplimientos, los ataques focalizados por áreas específicas en donde se obtengan evidencias de hechos ilícitos, sobre todo en los ministerios y direcciones que manejan muchos recursos.
Aun así, el gobierno, el PRM, sus asesores y estrategas estarán al acecho de cualquier tema viral que maneje la oposición, y buscarán afrontarlos de inmediato para transformarlos en fortaleza para ellos.