Santo Domingo, RD. – El Partido Revolucionario Moderno (PRM) deberá explorar una fórmula para evitar las fricciones entre los grupos internos que pudieran desplazarlo del poder en los comicios presidenciales de 2028.La estrategia del PRM obliga un entendimiento entre los seguidores internos del presidente Luis Abinader y el presidente Hipólito Mejía.
El exmandatario Mejía es abanderado de las aspiraciones presidenciales de su hija Carolina Mejía, reelecta en la Alcaldía del Distrito Nacional. De su lado, en medios políticos se especula que, por debajo, Luis Abinader podría inclinar su preferencia a favor de la actual vicepresidente Raquel Peña.
Otro sector que merodea en la superficie es el que propugna por una candidatura presidencial del ministro de Turismo, David Collado.
Conciliar un punto de convergencia que prseserve la unidad interna es el mejor camino que debe explorar el PRM, si verdaderamente hay interés en permanecer en el poder más allá de 2028.Ese punto de equilibrio que necesita el PRM solo se garantiza si Luis Abinader e Hipólito Mejía desisten de cualquier apetencia grupal y logran imponer su liderazgo.
Carolina Mejía y David Colado
Lo visible en la actualidad es que podría presentarse una confrontación entre los aspiraciones presidenciales Carolina Mejía y David Collado.En días pasados, Carolina Mejía hizo la confesión de que cuenta con números en encuestas para estructurar un proyecto presencial, que estaría sustentado sobre la base política de su padre dentro del PRM.
En su perjuicio, David Collado tiene la desventaja de que carece de una estructura, salvo que en el camino pueda canalizar el apoyo de la esfera del presidente Abinader, lo que de por sí desataría un confrontación con la amenaza de minar la unidad y el desprendimiento de las apetencia de poder.
En el PRM habría que analizarse fuera de la efervescencia política, el mejor camino para no fragmentar las simpatías ya acumuladas por los diferentes precandidatos.
El desbordamiento en las aspiraciones presidenciales -hay 24 dirigentes- podría fragmentar los esfuerzos para concretar un proyecto viable de cara a retener el poder en los comicios de 2028 Entre algunos precandidatos -como sería el caso de Carolina Mejía por el apoyo de su padre- se presume que podrían anexar a su favor los aciertos del Gobierno de Luis Abinader, como garantía de éxitos en su proyecto inmediato.
Dejar que al menos 24 aspirantes se enfrentan de manera descarnada por la nominación presidencial solo vendría a abrir heridas abiertas desde la militancia del Partido Revolucionario Dominicano, cuya unidad interna fue contaminada por luchas grupales, con la secuela del alejamiento del poder por un largo periodo.
Abinader e Hipólito Mejía cargan con la responsabilidad, por el peso de su liderazgo, de armonizar una estrategia que conduzca a un diálogo fiable que frene la posibilidad de un síntoma de división a largo plazo.
Además, en el PRM hay que potenciar el perfil del posible candidato presidencial para ajustarlo a las expectativas del electorado, en cuyo panorama se tendría la figura conocida del expresidente Leonel Fernández, lo que no ocurre en la actualidad en el entorno del oficialismo.