martes, 11 de marzo de 2025

JAIME ARISTY ESCUDER: El costo de la incertidumbre

Jaime Aristy Escuder, economista I Fondo: Yohan Castillo/Tomado de Z101Digital
La incertidumbre, acrecentada por información limitada y contradictoria, es un fenómeno que se refiere a la imprevisibilidad de las condiciones económicas. En general, muchas personas suelen sufrir pérdidas financieras cuando se producen cambios económicos o institucionales bruscos que generan excesiva inseguridad. Por el contrario, los especialistas en la cuantificación y gestión de riesgos pueden encontrar oportunidades de obtener grandes ganancias. En sus respectivas trayectorias empresariales, el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, el secretario del Tesoro, Scott Bessent, y el secretario de Comercio, Howard Lutnick, han demostrado ser expertos en surfear las olas de la volatilidad y en alcanzar la orilla en mejores condiciones que muchos otros.  

La política arancelaria estadounidense ha intensificado la incertidumbre. El presidente Donald Trump anunció el 2 de febrero la imposición de aranceles a todas las importaciones provenientes de México y Canadá, dos de sus principales socios comerciales. Poco después, decidió aplazar durante un mes la entrada en vigor de la medida, que contemplaba gravámenes de un 25 %. 

La semana pasada venció el plazo y se anunció que los aranceles se aplicarían de forma inmediata. Sin embargo, horas después se afirmó que no se gravarían las importaciones que realizan los fabricantes de vehículos con sede en Estados Unidos. Un poco más tarde, tras las conversaciones con la presidenta de México, Claudia Sheimbaun, Trump decidió frenar hasta el 2 de abril la puesta en marcha de las medidas arancelarias a las importaciones procedentes de México y Canadá que cumplan con el acuerdo de libre comercio firmado con Estados Unidos. 

En el caso de China, se han aprobado hasta la fecha dos aumentos para un arancel adicional de un 20 %, medidas contra las que el gobierno chino ha respondido, a su vez, con gravámenes a productos estadounidenses.

La incertidumbre sobre el precio de los insumos importados aumenta el riesgo en el precio del producto final y, en consecuencia, sobre el beneficio esperado de los negocios. En ese contexto, la decisión óptima de los agentes económicos es posponer la acumulación de activos reales, lo cual frena el crecimiento económico, actual y futuro. El comportamiento de la inversión en un escenario de incertidumbre excesiva fue analizado en 1936 por John Maynard Keynes, en su obra "Teoría General de la Ocupación, el Interés y el Dinero." En su trabajo introdujo el concepto de "espíritus animales," que son los factores psicológicos y emocionales que influyen sobre la confianza y el optimismo de los inversionistas y consumidores. 

De manera más rigurosa, los profesores Avinash K. Dixit (Princeton) y Robert S. Pindyck (MIT), en su libro "Inversión bajo incertidumbre," publicado en 1994, desarrollaron el valor de la opción de posponer la inversión aplicando herramientas de optimización dinámica estocástica, para demostrar que la incertidumbre y la volatilidad impactan negativamente sobre la inversión, en especial aquella que se considera irreversible y conlleva altos costos hundidos.

La errática política arancelaria de la administración Trump ha creado una gran inseguridad económica en Estados Unidos, México y Canadá. Se ha estimado que dicha política perjudicará tanto a los fabricantes como a los hogares de los tres países. Dada la fuerte dependencia de las exportaciones de México y de Canadá del mercado estadounidense, se proyecta que ambas economías entrarían en recesión. 

Con relación a China, si bien el mercado estadounidense es más importante para ese país asiático que el mercado chino para los Estados Unidos, China representa un eslabón importante de la cadena de suministro de insumos y bienes intermedios del sector industrial de los Estados Unidos, lo cual es fundamental para la competitividad de sus empresas manufactureras.

Los consumidores estadounidenses también se verán perjudicados. Según los cálculos del Peterson Institute for International Economics (PIIE), un arancel del 25 % a las importaciones de productos fabricados en México y Canadá, junto con uno del 10% sobre los productos chinos, costaría a cada hogar estadounidense del tercer quintil una media de 1,200 dólares anuales.  

La combinación de aranceles elevados con una agresiva política de deportaciones masivas reduciría significativamente el crecimiento económico y elevaría el índice de precios, lo cual puede aumentar la probabilidad de que ocurra una estanflación. Ese es el peor de los mundos, pues implica simultáneamente la pérdida de empleos y la reducción del poder adquisitivo de los ingresos. El resultado de esa eventualidad económica es el deterioro de las condiciones de vida y el aumento de la pobreza.

De seguir ampliándose el grado de incertidumbre, los inversionistas podrían optar por postergar las nuevas inversiones hasta obtener más información sobre la estructura arancelaria final. El mercado de capitales, especialmente el de acciones, ha estado enviando un claro mensaje al presidente Trump sobre lo costoso de la incertidumbre arancelaria. Entre el 20 de enero, fecha de la toma de posesión de su cargo, y el 6 de marzo de 2025, el S&P 500 retrocedió un 5.1 %, mientras que el Nasdaq, que agrupa las principales empresas tecnológicas, cayó un 8.5 %; el Dow Jones, por su parte, descendió un 3.3 %. Además, el índice de volatilidad, que mide el temor de los mercados, subió en ese período de 15 -que es un nivel relativamente normal- a 25, situación que refleja un enorme nerviosismo de los inversionistas.

El viernes pasado, Jerome Powell, presidente de la Reserva Federal, intentó calmar los ánimos. En su intervención, restó importancia a las preocupaciones sobre una posible recesión en Estados Unidos, lo que lleva a pensar que la entidad que dirige mantiene la prioridad de que la tasa de inflación alcance la meta del 2 %. La Reserva no tiene prisa en reducir la tasa de interés de política monetaria y, en estos momentos, está concentrada "en separar la señal del ruido a medida en que evolucionan las perspectivas." No obstante, en el mercado se ha ido instalando la narrativa de que la incertidumbre provocada por los vaivenes de la política arancelaria de Trump -junto a otras medidas como las deportaciones masivas o el despedido de funcionarios públicos- reducirá significativamente el ritmo de crecimiento económico y, por ello, se prevé que el banco central tenga que recortar la tasa de interés en tres ocasiones antes de que finalice el año.