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En enero-abril: el volumen exportado no creció; el turismo aumentó apenas 1%; el IMAE, 2.5%; los ingresos reales por ITBIS, 1.8%. Y los agregados monetarios y crediticios están divididos. La economía mundial no empuja. ¿Entonces, de dónde viene el crecimiento?
Con las políticas actuales, mi proyección para 2025 es de apenas 3%. Se requiere con urgencia un giro en la estrategia económica: medidas que impulsen la inversión, el empleo y la productividad. Aún hay margen para actuar; la supervivencia depende de decisiones difíciles que rindan frutos a tiempo.
A la luz de los datos recientes y la orientación actual de la política económica, proyectar un crecimiento superior al 3% en 2025 resulta poco realista.
El gobierno de @luisabinader debe replantear prioridades: se requieren medidas contracíclicas que impulsen la inversión, en lugar de expandir la nómina.