Mikaury De La Cruz/Tomado de Roberto Cavada
En una entrevista exclusiva con People en Español, el carismático presentador Raúl “El Gordo” de Molina habló sin filtros sobre las complicaciones que ha enfrentado tras una cirugía estética reconstructiva para eliminar el exceso de piel luego de perder peso.
El conductor confesó que sufrió hematomas y malestar intenso en la zona abdominal, síntomas que fueron capturados en imágenes impactantes publicadas por la revista.
El procedimiento, inicialmente aprobado pero luego rechazado por su compañía de seguros al catalogarlo como estético en lugar de médico, forma parte de una serie de intervenciones que Raúl ya había afrontado, como blefaroplastias e injertos capilares. En su relato, el presentador también admitió haber sentido miedo a someterse al bisturí y reconoció las dificultades para recuperarse: “Me da miedo, de verdad… es una operación de cuatro horas, te puedes morir.”
El caso de De Molina encarna los riesgos reales de una cirugía como la dermolipectomía, que puede implicar hematomas, seromas, infecciones o trombosis venosa profunda cuando no se monitorea adecuadamente. Expertos coinciden en que una evaluación rigurosa del riesgo, protocolos como Caprini-Pauda y una recuperación supervisada son esenciales para minimizar esas complicaciones. La historia de Raúl pone de relieve no solo los obstáculos con su aseguradora, sino la necesidad de considerar estas intervenciones como parte de una estrategia de salud, más allá de lo estético.