Candidaturas presidenciales
El Partido Revolucionario Moderno (PRM) se enfrenta a un reto clave para las elecciones de 2028: elegir a su candidato presidencial con un amplio margen de victoria en las primarias, fundamental para evitar fraccionamientos internos y asegurar la cohesión del partido, especialmente con Luis Abinader fuera del escenario político.
A lo largo de la historia reciente, los principales partidos dominicanos han experimentado divisiones internas significativas debido a disputas reñidas por la candidatura presidencial.
El Partido de la Liberación Dominicana (PLD), el Partido Revolucionario Dominicano (PRD) y el Partido Reformista Social Cristiano (PRSC) han sufrido fracturas que amenazan su existencia, fruto de las elecciones internas muy ajustadas.
EL PRM Y SUS MÁRGENES AMPLIOS
El PRM ha logrado evitar estos fraccionamientos hasta ahora, principalmente porque Luis Abinader ha ganado las primarias con márgenes amplios: en 2015 derrotó a Hipólito Mejía con un 74.11% frente al 21.17%; en 2019 repitió su victoria con una diferencia aún mayor, y en 2023 consolidó su liderazgo.
Sin embargo, el panorama para 2028 cambiará, ya que Abinader no estará en la boleta electoral. Los militantes del PRM tendrán que elegir un candidato de manera armónica entre figuras como David Collado, Carolina Mejía, Eduardo Sanz Lovatón, Wellington Arnaud, Raquel Peña, Guido Gómez Mazara, Víctor D’ Aza, Víctor Bisonó y Tony Peña Guaba.
LECCIONES DEL PLD: LA DIVISIÓN LEONEL-GONZALO
En 2019, el PLD vivió una de sus divisiones más intensas. Leonel Fernández, expresidente y líder del partido, parecía encaminado hacia una victoria fácil frente a Gonzalo Castillo. Sin embargo, el resultado fue tan ajustado: Gonzalo 910 mil 376 votos (48.70%) y Fernández 884,454 (47.31), prácticamente un empate técnico, con una microscópica diferencia de 1.39%.
Fernández se negó a aceptarlos y abandonó el PLD, fundando la Fuerza del Pueblo. Esta división contribuyó a la derrota del PLD en las elecciones de 2020.
PRD: EL ENFRENTAMIENTO ENTRE HIPÓLITO MEJÍA Y MIGUEL VARGAS
Otro ejemplo significativo ocurrió en el PRD en 2011, cuando Hipólito Mejía derrotó a Miguel Vargas Maldonado en una convención interna con una diferencia de 6.6%; es decir: 53.30% contra 46.70%.
Sin embargo, la falta de unidad tras la victoria de Mejía, sumada a la negativa de Vargas de aceptar los resultados, llevó a una fractura interna. El PRD perdió las elecciones de 2012 frente a Danilo Medina, y la organización se dividió, lo que dio lugar al surgimiento del PRM; mientras el partido del jacho prendió, es una organización emergente.
PRSC: LA DISPUTA ENTRE JACINTO PEYNADO Y EDUARDO ESTRELLA
El PRSC vivió una situación similar en 2002, cuando Eduardo Estrella venció a Jacinto Peynado con una diferencia mínima de 3.78%, o sea 51.89 contra 48.11.
La falta de aceptación del resultado por parte de Peynado provocó la salida de varios dirigentes del PRSC, lo que resultó en una derrota histórica en las elecciones de 2004. Esta fractura significó el comienzo de una larga crisis para el PRSC, que nunca recuperó su fuerza.
PRD EN LOS AÑOS 80: JACOBO MAJLUTA VS. JOSÉ FRANCISCO PEÑA GÓMEZ
Uno de los episodios más dramáticos de la historia política dominicana ocurrió en 1985, cuando el PRD celebró una convención interna para elegir a su candidato presidencial. El resultado fue extremadamente reñido entre José Francisco Peña Gómez y Jacobo Majluta, con una ligera ventaja para Majluta.
La disputa provocó una crisis interna cuando el cómputo de los votos fue suspendido enel hotel Dominican Concorde, generando un brutal enfrentamiento conocido como el “Concordazo”, que dejó al PRD en un estado de desunión.
La crisis interna que se resolvió con el llamado “Pacto de la Unión”, mediante el cual: Majluta fue el candidato presidencial; Peña Gómez, presidente del PRD; Hatuey De Camps, secretario general y Asela Mera, esposa de Jorge Blanco, candidata a senadora por el Distrito Nacional.
A pesar de que el PRD era el favorito para ganar en 1986, la falta de cohesión interna resultó en una derrota frente a Joaquín Balaguer y el PRSC.
RETO DEL PRM: EVITAR LA DIVISIÓN Y MANTENER EL PODER
Con las elecciones de 2028 en el horizonte, el PRM tiene ante sí el desafío de evitar los errores del pasado.
La cohesión interna será crucial para que el partido siga gobernando.
El próximo candidato presidencial debe surgir de un proceso unificado, con un margen de victoria que garantice la unidad y la fuerza del partido de cara a las próximas elecciones.