CÉSAR MEDINA
Lobarnechea1@hotmail.com/Tomado de Listin Diario
Había que ser memo para ignorar que las marchas verdes eran financiadas por grupos empresariales dominicanos y por ONGs y agencias internacionales con “fondos de cooperación para el desarrollo”.
Como también hay que estar en la luna para no saber que esos recursos extranjeros comienzan a escasear debido a los recortes impuestos por la Administración Trump. O sea, que el llamado movimiento Verde tendrá que rascarse con sus propias uñas para financiar su agitación callejera después que el presidente de la Asociación de Industrias, Campos de Moya, reveló públicamente que los empresarios les habían retirado el apoyo económico a esos grupos sediciosos, y que el Departamento de Estado anunció que estaba recortando en casi un 50 por ciento sus fondos de cooperación. A partir de esa nueva realidad luce obvio que la agitación callejera tendrá que recoger monedas en los semáforos o a través de métodos poco ortodoxos puestos en práctica hace ya muchas décadas por grupos de la izquierda radical, con resultados fatales en muchos casos o redimidos años después por una ley de amnistía política propiciada por el gobierno de Antonio Guzmán en 1979. En cualquier caso, lo que empezaremos a ver será una gran reducción del boato con que se expresaban esas manifestaciones callejeras donde se les distribuían gorras y camisetas a los participantes, se les acarreaba gratuitamente en buses confortables alquilados, se les daban raciones alimenticias, agua embotellada y refrigerios durante toda la jornada. Esas actividades comenzarán a distanciarse por falta de recursos y se notará que en lo adelante no serán tan concurridas. Irán languideciendo como mismo se fueron apagando los piquetes frente a la OISOE después del suicidio de un arquitecto que denunció irregularidades en ese organismo.
... Otro golpe mortal
Al concluir el ajetreo de la semana laboral, la sedición callejera sufrió otro golpe severo frente a la opinión públicaÖ Todas sus mentiras y fantasías sobre el origen de Catalina, la licitación para contratar su construcción y la supuesta sobrevaluación por parte de Odebrecht, fueron desmentidas por la comisión designada por el presidente Danilo Medina. El golpe fue de tal contundencia que hasta ayer la estructura de comunicación montada por esos grupos ni siquiera se había atrevido a reaccionar frente a la comisión integrada, entre otros, por el empresario Pepín Corripio, Agripino Núñez, Servio Tulio Castaños, Jaime Aristy, Persio Maldonado, Pedro BracheÖ ¿Se atreverán a decir que los miembros de esa comisión se doblegaron ante el gobierno para apañar un fraude en Catalina? ¿Que actuaron en contubernio frente a quienes defraudaron al fisco con miles de millones de pesos? Seguro que no llegarán tan lejos, sobre todo cuando ponderen bien a cada uno de los miembros de esa comisión investigadora. La investigación duró seis meses y no hubo recoveco donde la comisión no buscara la verdad de todo cuanto ocurrió y está ocurriendo en Catalina. .. Primero Campos de Moya Previo a ese contundente revés, los verdes recibieron estupefactos la versión del presidente de la Asociación de Industrias, Campos de Moya, revelando que el sector empresarial había financiado las actividades del movimiento y que estaba poniendo fin a ese apoyo porque el origen de la lucha había sido desnaturalizado. Coincidió la revelación del empresario con un anuncio extraño formulado por los organizadores de una marcha nacional convocada en la capital para este mismo mes. Dijeron que saldrán a recolectar fondos a las calles, en los semáforos, en sitios públicos para montar ese evento. Acostumbrada a derrochar fondos de empresarios y de agencias internacionales que ya no tienen recursos para darle, la Marcha Verde debe ahora valerse por sí misma para financiar la sedición callejera.. ¡Y eso cuesta, compañero!