"DDB haciendo historia en las comunicaciones digitales"SONDEO/Salir alante
Luis Encarnación Pimentel
Si el PRD se duerme en los laureles de algunos datos sobre una supuesta delantera de Hipólito en las preferencias electorales, puede que al despertarse -y sin que sea de mayor sorpresa para mucha gente con los pies en la tierrañ se encuentre de frente con la realidad de que los votos no le alcanzaron para ganar y reconquistar el poder.
Recordemos que el posicionamiento de Mejía ñque no es malo, a juzgar por el pasado y su figura controversial- fue medido en un momento en que ya estaba definido como el candidato del partido blanco, mientras el PLD (con medio Partido “cruzado de brazo” a la espera de una señal de Leonel) tenía ñy tiene todavíañ sólo a los aspirantes a Presidente.
En pocas palabras, no es lo mismo comparar a un Mejía ya candidato con un Medina, aunque puntero, inmerso en el proceso interno. A ambas figuras, en las que los ojos del país estarían centrados de aquí al 2012, habría que compararlas o medirlas en igualdad de condiciones, o sea, a partir del 27 de junio, fecha en la que ya el PLD oficialmente tenga su candidato.
Sabido es que ni PLD ni PRD ganan ñy nunca han ganadoñ con sus propios votos, sino que para lograr el 50% más uno exigido por la ley electoral tienen que buscar la diferencia convenciendo a gente de otras parcelas políticas o entre independientes o llamados “silentes”, estos últimos en movimiento pendular, proceso tras proceso, pero que es el núcleo que decide las elecciones finalmente. Así las cosas, queda más de un año todavía por delante, o sea, el tiempo suficiente como para refrescar memorias o hasta para que en el camino alguien pueda meter la pata o írsele la boca.
En ese tenor, al PLD lo que le convendría es provocar que Hipólito hable y cometa errores e imprudencias de campaña, mientras que sus asesores harán hasta lo imposible para que el carismático y fácil deslizable aspirante no abra boca. Estamos entre los que creen que, pese a los desgastes y los disgustos, que los hay muchos, al PRD y a Hipólito se le haría muy cuesta arriba o muy difícil conseguir los votos que harían la diferencia para poder ganarle a Danilo, que en la actual coyuntura se perfila que tendrá a un PLD-gobierno unido detrás, además de lo que Leonel y las firmas aquellas puedan representarle. Detalle:
El llamado de Esquea no es malo, es una clarinada ante una realidad en la base del PRD.
Luis Encarnación Pimentel
Si el PRD se duerme en los laureles de algunos datos sobre una supuesta delantera de Hipólito en las preferencias electorales, puede que al despertarse -y sin que sea de mayor sorpresa para mucha gente con los pies en la tierrañ se encuentre de frente con la realidad de que los votos no le alcanzaron para ganar y reconquistar el poder.
Recordemos que el posicionamiento de Mejía ñque no es malo, a juzgar por el pasado y su figura controversial- fue medido en un momento en que ya estaba definido como el candidato del partido blanco, mientras el PLD (con medio Partido “cruzado de brazo” a la espera de una señal de Leonel) tenía ñy tiene todavíañ sólo a los aspirantes a Presidente.
En pocas palabras, no es lo mismo comparar a un Mejía ya candidato con un Medina, aunque puntero, inmerso en el proceso interno. A ambas figuras, en las que los ojos del país estarían centrados de aquí al 2012, habría que compararlas o medirlas en igualdad de condiciones, o sea, a partir del 27 de junio, fecha en la que ya el PLD oficialmente tenga su candidato.
Sabido es que ni PLD ni PRD ganan ñy nunca han ganadoñ con sus propios votos, sino que para lograr el 50% más uno exigido por la ley electoral tienen que buscar la diferencia convenciendo a gente de otras parcelas políticas o entre independientes o llamados “silentes”, estos últimos en movimiento pendular, proceso tras proceso, pero que es el núcleo que decide las elecciones finalmente. Así las cosas, queda más de un año todavía por delante, o sea, el tiempo suficiente como para refrescar memorias o hasta para que en el camino alguien pueda meter la pata o írsele la boca.
En ese tenor, al PLD lo que le convendría es provocar que Hipólito hable y cometa errores e imprudencias de campaña, mientras que sus asesores harán hasta lo imposible para que el carismático y fácil deslizable aspirante no abra boca. Estamos entre los que creen que, pese a los desgastes y los disgustos, que los hay muchos, al PRD y a Hipólito se le haría muy cuesta arriba o muy difícil conseguir los votos que harían la diferencia para poder ganarle a Danilo, que en la actual coyuntura se perfila que tendrá a un PLD-gobierno unido detrás, además de lo que Leonel y las firmas aquellas puedan representarle. Detalle:
El llamado de Esquea no es malo, es una clarinada ante una realidad en la base del PRD.